Un limbo en el centro de A Coruña

Uno de los edificios más llamativos y grandes del centro de A Coruña, el que se construyó sobre la parcela que fue la sede central durante décadas de Unión Fenosa, está en el limbo desde hace una docena de años. Es ilegal para los jueces, y las autoridades municipales tratan de evitar el derribo ordenado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, y ahora también por el Tribunal Supremo.

El inmueble, compuesto por tres bloques que albergan un centenar de viviendas, locales comerciales y despachos, fue construido por la inmobiliaria Fadesa, cuando era propiedad de Ángel Jove, con una...

Uno de los edificios más llamativos y grandes del centro de A Coruña, el que se construyó sobre la parcela que fue la sede central durante décadas de Unión Fenosa, está en el limbo desde hace una docena de años. Es ilegal para los jueces, y las autoridades municipales tratan de evitar el derribo ordenado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, y ahora también por el Tribunal Supremo.

El inmueble, compuesto por tres bloques que albergan un centenar de viviendas, locales comerciales y despachos, fue construido por la inmobiliaria Fadesa, cuando era propiedad de Ángel Jove, con una licencia municipal obtenida en 1997 pero anulada por la Justicia por no ajustarse al planeamiento entonces en vigor que prohibía la reforma integral de una edificación.

La urbanización, bautizada Conde de Fenosa, también ha sido declarada ilegal por las dimensiones del patio interior de unos de los tres bloques, así como por tener insuficientes plazas de garaje, en total 72 para el centenar de viviendas. Tras el último revés judicial, el fallo del Tribunal Supremo que ratifica la ilegalidad del inmueble así como la orden de demolición, el Ayuntamiento de A Coruña insiste en que aún tiene margen para legitimar "y reparar todas las deficiencias" de la edificación sin tener que derribarla. No será cosa fácil.

Las sucesivas sentencias de ambos tribunales critican con dureza a las autoridades municipales por haber intentado ya en dos ocasiones legalizar el inmueble, e invalidaron esas prácticas.