Carod deja sin servicio de cardiología a los deportistas de élite

El CAR de Sant Cugat y la Residencia Blume se quedan sin médicos especialistas

El Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat y la Residencia Blume de Barcelona, ambos con una larga y acreditada trayectoria en la preparación de deportistas de élite, se han quedado sin servicio de cardiología porque el Consejo Catalán del Deporte, dependiente del vicepresidente del Gobierno, el republicano Josep Lluís Carod, ha decidido suprimirlo "de forma temporal". Este centro médico, fundamental para realizar estudios cardiacos en un momento en que las recientes muertes súbitas de futbolistas han causado cierto estado de alarma en el deporte de máximo nivel, dejó de prestar ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat y la Residencia Blume de Barcelona, ambos con una larga y acreditada trayectoria en la preparación de deportistas de élite, se han quedado sin servicio de cardiología porque el Consejo Catalán del Deporte, dependiente del vicepresidente del Gobierno, el republicano Josep Lluís Carod, ha decidido suprimirlo "de forma temporal". Este centro médico, fundamental para realizar estudios cardiacos en un momento en que las recientes muertes súbitas de futbolistas han causado cierto estado de alarma en el deporte de máximo nivel, dejó de prestar sus servicios a mitad de diciembre por "motivos administrativos", según explicaron fuentes de la Generalitat a ambos centros afectados, y sin que se comunicara oficialmente a los facultativos contratados.

Más información

La Residencia Blume dispone de un servicio médico desde su creación y, dentro de éste, un centro de cardiología en el que se visitaban deportistas de toda España. Por ejemplo, el último equipo que pasó por sus dependencias fue la selección de hoquei sobre hierba. A lo largo de estos años ha adquirido un acreditado prestigio nacional e internacional en medicina deportiva. Por este motivo, el CAR de Sant Cugat decidió desde su creación, en 1988, disponer de sus servicios y no crear uno propio.

Aunque los directivos del CAR y de la Residencia Blume han reclamado una explicación a las autoridades catalanas, la respuesta siempre ha sido la misma: "motivos administrativos" que el Consejo del Deporte tampoco ha querido clarificar a este periódico.

Un portavoz oficial de Vicepresidencia señaló a EL PAÍS que el servicio de cardiología volverá a funcionar en breve, cuando se hagan nuevos contratos. Pero omitió especificar cuándo. Tampoco tuvo respuesta al hecho de que se despidiera, además de a los cardiólogos, a dos fisioterapeutas y a un nutricionista de la Residencia Blume. "El servicio queda prestado", se limitó a comentar. Y tampoco supo precisar a qué hospital o centro médico se deriva ahora a los deportistas para hacerse las revisiones cardiológicas. La respuesta a las tres preguntas fue siempre la misma: "No lo sé".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En