La llamada de Rojo a la fusión provoca escaso interés entre sus destinatarios

BBK y Kutxa, principales aludidos, mantienen sus planes y López los respeta

Gregorio Rojo se ha quedado solo en su inesperada apelación a agilizar la fusión de las tres cajas vascas. El presidente de Vital Kutxa pretendía, principalmente, provocar la reflexión en BBK y Kutxa, pero se ha encontrado con lo que ya sabía: "en 2010, no toca". Y, luego, de paso, la del Gobierno vasco como palanca tractora para iniciar la transformación de la Ley de Cajas; tampoco lo logró ya que el lehendakari, Patxi López, no alteró ayer su conocida posición de "respetar lo que digan los presidentes de las cajas".

En Vital, sin embargo, no arrojan la toalla e, incluso, consid...

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Gregorio Rojo se ha quedado solo en su inesperada apelación a agilizar la fusión de las tres cajas vascas. El presidente de Vital Kutxa pretendía, principalmente, provocar la reflexión en BBK y Kutxa, pero se ha encontrado con lo que ya sabía: "en 2010, no toca". Y, luego, de paso, la del Gobierno vasco como palanca tractora para iniciar la transformación de la Ley de Cajas; tampoco lo logró ya que el lehendakari, Patxi López, no alteró ayer su conocida posición de "respetar lo que digan los presidentes de las cajas".

En Vital, sin embargo, no arrojan la toalla e, incluso, consideran positivo el "eco" conseguido por la reflexión de su presidente. En el resto del escenario financiero y político, nadie ha movido un ápice su posición aunque dentro del mundo empresarial próximo a Confebask hay una conciencia muy clara de que "es urgente disponer de una caja vasca fuerte, sobre todo pensando en lo que se nos puede venir encima en este sector donde las fusiones van dar un cambio total al panorama que vemos hoy".

PP y EB, además en tono crítico, los dos únicos partidos en responder a Vital

Pero la clave de este nudo gordiano está en los partidos, no en los empresarios. Salvo PP, desde una óptica alavesa donde mantiene una guerra indisimulada con el PSE-EE por la configuración de los órganos de gobiernos de Vital, y EB, crítica con Rojo, el resto de las fuerzas políticas eligieron ayer la vía del silencio ante la reivindicación de Rojo, en una muestra elocuente de que tienen otras prioridades, máxime con unas elecciones forales y locales a un año vista.

En realidad, la decisión final está en la voluntad de PNV y PSE-EE, quizá por este orden. El control jeltzale sobre BBK, especialmente, y Kutxa permite concluir que, en atención a las pautas marcadas por los presidentes de ambas entidades, todo seguirá igual a medio plazo. Además, la próxima renovación de la asamblea general de compromisarios en Kutxa tampoco favorecerá los intereses de representación del PNV, otro elemento más para que el proyecto de fusión siga aparcado.

BBK recordó ayer la posición "ya conocida" de su presidente de "centrarse en 2010 en abordar la crisis económica" y que "a partir de 2011 se puede hablar". Sin hablar de plazos, en Kutxa respondieron a Rojo que "no vamos a cambiar de estrategia". Así, recordaron que sigue vigente su plan Bai, que no contempla la fusión, y que "cuando se haya superado esta situación de crisis, entonces las asambleas decidirán si afrontan ahora un proceso de fusión o no".

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Por si fuera poco la significativa influencia que tiene el criterio estratégico de Mario Fernández, sobre todo, y de Xabier Iturbe, dentro del PNV y de BBK y Kutxa sangra todavía la herida por el fracaso de los dos intentos anteriores y muy especialmente el de la fusión a dos. Es decir, los principales destinatarios de la reflexión que Rojo hizo el pasado miércoles no se sienten ahora concernidos.

Así las cosas, ni siquiera Patxi López dio ayer motivos de esperanza a su compañero de partido Gregorio Rojo. El lehendakari simplemente recordó los posicionamientos existentes entre las tres cajas, a los que mostró "el respeto más absoluto" sin secundar en ningún momento la agilización que se propugna desde Vital.

Tampoco la oportunidad del momento elegido por Rojo estuvo ausente del análisis de su petición. Mientras en Vital se insiste en que la única razón de renovar el proyecto de fusión de las cajas vascas es porque "no se puede perder más tiempo porque luego todos nos podemos lamentar", entre algunos destinatarios cualificados se cree que "con un proceso judicial por delante", en alusión al pleito sobre la reelección de cargos en Vital, "podía haberse buscado otra oportunidad mejor".

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