Análisis:ANÁLISIS | Premios Nobel

La luz, protagonista en 15 ocasiones

Una vez más, la luz ha sido protagonista de un Premio Nobel. Con el concedido a Charles Kao, son ya 15 los científicos o tecnólogos en este campo que, desde 1964, han visto recompensado su trabajo con este galardón.

Han sido necesarios 33 años para que la obra de Kao alcance el reconocimiento público con el Nobel, pero, para los profesionales de las comunicaciones, ese reconocimiento surgió tras la publicación de su artículo más emblemático en una prestigiosa revista británica. En 1966 mostró a todos que el material más idóneo para transmitir la luz a su través era la sílice, uno de los...

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Una vez más, la luz ha sido protagonista de un Premio Nobel. Con el concedido a Charles Kao, son ya 15 los científicos o tecnólogos en este campo que, desde 1964, han visto recompensado su trabajo con este galardón.

Han sido necesarios 33 años para que la obra de Kao alcance el reconocimiento público con el Nobel, pero, para los profesionales de las comunicaciones, ese reconocimiento surgió tras la publicación de su artículo más emblemático en una prestigiosa revista británica. En 1966 mostró a todos que el material más idóneo para transmitir la luz a su través era la sílice, uno de los materiales más abundantes en la corteza terrestre.

Kao demostró que, si se purificaba lo suficiente, una radiación luminosa que se introdujera en una fibra de este material podría propagarse una distancia lo suficientemente grande sin que sufriese una atenuación significativa.

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Cuatro años más tarde, en 1970, siguiendo las líneas indicadas por Charles Kao, investigadores americanos fabricaron la primera fibra óptica, con una atenuación por debajo de la que entonces tenían las transmisiones a través de otros medios. A partir de ese momento, en una historia que aún continúa, los laboratorios de todo el mundo se lanzaron a la obtención de fibras cada vez más transparentes y con propiedades más idóneas para el objetivo buscado: transmitir por ellas comunicaciones de todo tipo.

Charles K. Kao nació en Shanghai, en 1933. Al concluir la guerra, la familia huyó a Hong Kong, entonces colonia británica, y Kao, en 1952, marchó a Inglaterra para estudiar ingeniería eléctrica en el Imperial College, de Londres.

En 1957 se incorporó a los Laboratorios de Telecomunicación de la Standard Telephones and Cables, compatibilizando su tiempo con un doctorado industrial. Cuando concluyó, y en contra de opiniones muy asentadas, en su mínimo laboratorio y con únicamente un ayudante, inició sus trabajos para demostrar que, purificando adecuadamente la sílice, ésta podía llegar a constituir un material adecuado para transmitir luz.

Varios artículos, en 1966, reflejaron sus trabajos y, con ellos, el nacimiento de una nueva era en comunicaciones.

En el año 2000 fue elegido como uno de los cinco asiáticos más importantes del siglo. Los otros eran Deng Xiaoping, Akira Kurosawa, Mohandas Gandhi y Morita Akio.

José Antonio Martín Pereda, de la Real Academia de Ingeniería, es catedrático de Tecnología Fotónica (ETSIT-UPM)

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