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Con alma de cerámica

Mañana, por un euro, con EL PAÍS, la taza de 'Rubber soul'

En 1965, con Rubber Soul, el sexto álbum de su carrera, los Beatles se hicieron mayores. Los resultados de la experimentación en estudio del grupo dieron como resultado algunos de sus mejores temas: Drive my car, Nowhere man, Michelle, Girl o In my life. Sin duda, uno de los grandes trabajos de toda su carrera. Y también de la historia del pop. Así lo atestigua el hecho de que en 2003 ocupara el tercer puesto en el ranking de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos elaborado por la revista Rolling Stone.

En Rubber Soul -al que homenajea la ...

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En 1965, con Rubber Soul, el sexto álbum de su carrera, los Beatles se hicieron mayores. Los resultados de la experimentación en estudio del grupo dieron como resultado algunos de sus mejores temas: Drive my car, Nowhere man, Michelle, Girl o In my life. Sin duda, uno de los grandes trabajos de toda su carrera. Y también de la historia del pop. Así lo atestigua el hecho de que en 2003 ocupara el tercer puesto en el ranking de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos elaborado por la revista Rolling Stone.

En Rubber Soul -al que homenajea la taza que se entrega mañana con EL PAÍS por un euro- los Beatles empezaron a ampliar sus recursos instrumentales. El caso más claro es Norwegian wood (This bird has flown), la primera canción pop en la que interviene un sitar indio. George Harrison había tenido sus primeros contactos con este instrumento y la música clásica india un año antes y llegó a entusiasmarse hasta el punto de recibir lecciones de Ravi Shankar. Norwegian wood se considera una de las referencias de lo que hoy se ha dado en llamar world music y en la incorporación de influencias musicales no occidentales. Después del sonido puro pop de los anteriores discos de los Beatles, incluido el anterior, Help!, Rubber Soul empezó a mostrar el lado más innovador del grupo, nada ajeno a la iniciación de John Lennon y George Harrison en el consumo de LSD. Pero también tiene resonancias folk-rock atribuibles a la influencia de Bob Dylan y The Byrds.

Según la revista 'Rolling Stone', es el tercer mejor álbum de toda la historia

La portada del álbum, una fotografía de los cuatro miembros de la banda, fue tomada por Robert Freeman en casa de Lennon. Según cuenta Paul McCartney en el volumen cinco del documental Anthology, Freeman les mostró las imágenes proyectándolas sobre un trozo de cartón del tamaño de una portada. Al inclinarse éste, la fotografía alargaba las caras de los cuatro Beatles, estilizándolas. Encantados con este efecto de la casualidad, pidieron al fotógrafo que lo reprodujera para la imagen definitiva. La autoría del título del álbum -Soul de goma en español-es de McCartney, que oyó cómo un músico negro definía el estilo de Mick Jagger como "soul de plástico".

Imagen de la taza que se entrega mañana con EL PAÍS.
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