20 años de cárcel para los culpables de la tragedia en una discoteca argentina

El incendio de la sala Cromañón causó la muerte de 194 personas en 2004

La Justicia argentina condenó ayer a penas de hasta 20 años de prisión a los seis responsables de una de las mayores tragedias civiles de su historia: el incendio de la discoteca Cromañón, la noche del 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires, en el que murieron 194 personas, la mayoría, adolescentes y jóvenes.

La sentencia no satisfizo a los familiares de las víctimas porque fueron absueltos los integrantes del grupo de rock que tocaba allí aquel día, Callejeros, que estaban acusados como organizadores del concierto. Tras conocerse el fallo, algunos parientes intentaron golpear a los mú...

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La Justicia argentina condenó ayer a penas de hasta 20 años de prisión a los seis responsables de una de las mayores tragedias civiles de su historia: el incendio de la discoteca Cromañón, la noche del 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires, en el que murieron 194 personas, la mayoría, adolescentes y jóvenes.

La sentencia no satisfizo a los familiares de las víctimas porque fueron absueltos los integrantes del grupo de rock que tocaba allí aquel día, Callejeros, que estaban acusados como organizadores del concierto. Tras conocerse el fallo, algunos parientes intentaron golpear a los músicos tanto en la sala del juicio -la misma donde se había condenado a las juntas de la última dictadura militar, en 1985- como a la salida del Palacio de Tribunales, pero la policía los reprimió con palos y agua a presión.

El fallo se leyó en la misma sala donde se condenó a los dictadores en 1985

El gerente de la discoteca, Omar Chabán, uno de los más conocidos promotores del rock alternativo argentino, fue condenado a 20 años de prisión como responsable de incendio doloso y soborno al subcomisario policial Carlos Rubén Díaz, a cargo del destacamento del barrio de Once, donde se encuentra Cromañón, que ha quedado tal como aquella noche.

La discoteca, abierta en enero de 2004 como espacio para las nuevas bandas del llamado rock suburbano o chabón, albergaba aquella noche a 2.811 personas en lugar de las 1.031 permitidas. Además, el sitio estaba habilitado como discoteca, y no como estadio para conciertos, y carecía del certificado en vigor del escuadrón de bomberos, dependiente de la Policía Federal. Las salidas de emergencia estaban cerradas con candados y alambres. Una bengala lanzada por un fan inició el fuego, que mató por asfixia y quemaduras a 194 personas, incluidos familiares de los músicos e hijos pequeños de jóvenes fans del grupo. Además, 1.432 sufrieron heridas. Varios padres de las víctimas no asistieron ayer a la audiencia judicial porque murieron en la triste espera de justicia de los últimos cuatro años y medio.

El representante de Callejeros, Diego Argañaraz, fue sentenciado a 18 años de cárcel por el incendio doloso y como partícipe necesario del soborno. El policía Díaz pasará la misma cantidad de años en la prisión por haber recibido el soborno y como partícipe necesario de la tragedia. Chabán, Argañaraz y Díaz no quedaron recluidos porque las condenas no serán firmes hasta que sean ratificadas o rectificadas por la Cámara de Casación Penal.

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Dos funcionarias fueron condenadas por incumplimiento de sus deberes a dos años de prisión, que no se cumplirán en forma efectiva, y a cuatro años de inhabilitación en la administración pública. Se trata de la ex subsecretaria de Control Comunal, Fabiana Fiszbin, y la ex directora adjunta de Fiscalización y Control, Ana María Fernández. Raúl Villarreal, colaborador del empresario Chabán, fue sentenciado a un año de prisión, pero tampoco irá a la cárcel.

Los otros nueve acusados, entre ellos los músicos de Callejeros, un policía y otro funcionario, fueron absueltos por los tres magistrados del tribunal después de un año de juicio oral y público. Mientras los familiares de las víctimas manifestaban su desazón por el fallo entre llantos, gritos y golpes dentro de la sala, decenas de fans de la banda de rock festejaban fuera de tribunales entonando sus canciones, bailando y agitando sus banderas de estilo futbolístico.

La tragedia de Cromañón le costó el cargo al entonces alcalde de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, un político de centroizquierda que había llegado al poder en 2000 con el apoyo del Gobierno del radical Fernando de la Rúa y había sido reelegido tres años después con el respaldo del entonces presidente argentino, el peronista Néstor Kirchner. Ibarra fue destituido en 2006 como responsable político del incendio. En 2007, Ibarra fue elegido legislador de Buenos Aires.

Familiares de las víctimas descontentos con el veredicto se enfrentan a la policía en la sala del juicio.REUTERS

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