España estrena su primera central de biomasa forestal

El empleo de los residuos como combustible ayuda a evitar incendios

La provincia de Guadalajara acoge un proyecto pionero en energías renovables: la primera central en España que emplea únicamente residuos forestales para generar energía eléctrica. Situada en las proximidades del pequeño pueblo de Corduente, en la población de Señorío de Molina de Aragón, la central hace uso de los residuos que genera los montes del cercano Parque del Alto Tajo. Su implantación va a permitir a la compañía Iberdrola investigar la rentabilidad de esta fuente energética, y además ayudar en la prevención de los incendios.

La planta convierte el triturado de los restos de la...

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La provincia de Guadalajara acoge un proyecto pionero en energías renovables: la primera central en España que emplea únicamente residuos forestales para generar energía eléctrica. Situada en las proximidades del pequeño pueblo de Corduente, en la población de Señorío de Molina de Aragón, la central hace uso de los residuos que genera los montes del cercano Parque del Alto Tajo. Su implantación va a permitir a la compañía Iberdrola investigar la rentabilidad de esta fuente energética, y además ayudar en la prevención de los incendios.

La planta convierte el triturado de los restos de la poda en energía eléctrica. ¿Cómo? Varias fases lo hacen posible. La primera es la recogida de los despojos, de la que se ocupa un equipo de unas 250 personas contratadas por la Junta de Castilla- La Mancha. La segunda fase comienza cuando ese pasto, una vez triturado, llega a las tripas de la central. Allí los restos forestales alimentan una caldera que calienta un sistema de conductos de agua. El vapor resultante acciona la turbina que genera la energía eléctrica. Gracias a este proceso, un total de 26.000 toneladas serán transformadas cada año en energía.

La central tiene una capacidad limitada, de dos megavatios. Sin embargo, puede abastecer las necesidades energéticas de los 14.000 habitantes de la comarca. Y pretende plantarle cara a los incendios, que en julio de 2005 dejaron 11 muertos en Guadalajara.

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