CiU da ya la espalda al futuro acuerdo de financiación

Convergència i Unió (CiU) ni ha esperado a que se cierre el futuro modelo de financiación para desmarcarse y anunciar que no lo apoyará. Delante de un cartel con la imagen de un cronómetro y el lema La hora de la verdad, el presidente de la formación nacionalista, Artur Mas, compareció ayer para anunciar que no apoyará el futuro modelo si no supone una aportación adicional para Cataluña de 5.000 millones de euros anuales en el horizonte de 2011. Y lanzó una advertencia: "CiU se compromete a renegociar y obtener todo lo que no llegue a 5.000 millones cuando gobierne Cataluña". Mas argume...

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Convergència i Unió (CiU) ni ha esperado a que se cierre el futuro modelo de financiación para desmarcarse y anunciar que no lo apoyará. Delante de un cartel con la imagen de un cronómetro y el lema La hora de la verdad, el presidente de la formación nacionalista, Artur Mas, compareció ayer para anunciar que no apoyará el futuro modelo si no supone una aportación adicional para Cataluña de 5.000 millones de euros anuales en el horizonte de 2011. Y lanzó una advertencia: "CiU se compromete a renegociar y obtener todo lo que no llegue a 5.000 millones cuando gobierne Cataluña". Mas argumentó que la cifra que CiU daría por buena está calculada a partir de los mecanismos que fija el Estatuto, "que es ley".

Mas rechaza el futuro modelo si no aporta 5.000 millones a Cataluña

La respuesta llegó de forma inmediata desde el PSC y por duplicado. El consejero de Economía e interlocutor con el Gobierno en las negociaciones, Antoni Castells, replicó que "5.000 millones están fuera de la realidad" y recordó que ésta es la undécima cifra que da Mas. "Me parece poco serio", zanjó. El secretario de organización del PSC, José Zaragoza, consideró que CiU se ha quitado la careta y acusó a los convergentes de haber decidido hace meses no apoyar el acuerdo de financiación que logre el tripartito. Además, acusó a CiU y el PP de haber hecho un "frente común" para poner "palos en las ruedas" de la negociación.

La dirección de CiU da por hecho que, en buena parte a causa de la financiación, el tripartito tendrá muchos problemas para aguantar en la Generalitat hasta otoño de 2010 e intenta desestabilizar a los socios. Además algunos de los máximos dirigentes de la formación están convencidos de que se adelantarán las elecciones, recuperarán la Generalitat y serán decisivos en Madrid para que José Luis Rodríguez Zapatero pueda acabar la legislatura. Tan convencidos están que hablan de "poner precio" a su "colaboración".

Ayer, con todo, los socios del PSC en el tripartito volvieron a cerrar filas con Castells. Si el secretario general de ERC -a quien van dirigidos buena parte de los mensajes de CiU-, Joan Ridao, mostró el lunes "confianza total" en el consejero como único interlocutor, ayer tachó a Mas de "milhombres" y le acusó de haber decidido "debilitar el Gobierno de Entesa" y de actuar con fines electoralistas. Ridao reiteró en Madrid que vincula su apoyo al techo de gasto a la financiación. El coordinador general de EUiA, Jordi Miralles, pidió a Mas que "se deje de chulerías" y recordó que CiU aceptó 250 millones de euros cuando pactó el actual modelo con el Gobierno de José María Aznar.

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