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Dos conciertos memorables han cerrado una excelente temporada de Ibermúsica. La estrella del año ha sido el director finlandés Esa-Pekka Salonen con cuatro actuaciones magistrales al frente de la Philharmonia londinense, una orquesta que, instrumentista a instrumentista, sección a sección, y en su totalidad, fue aclamada este fin de semana en Madrid gracias a unas versiones admirables de dos de las sinfonías más complicadas de Mahler y a una lectura insuperable de las piezas orquestales de Berg. La compenetración de Salonen con la orquesta es fabulosa. Tocan gustándose y transmiten un efecto h...
Dos conciertos memorables han cerrado una excelente temporada de Ibermúsica. La estrella del año ha sido el director finlandés Esa-Pekka Salonen con cuatro actuaciones magistrales al frente de la Philharmonia londinense, una orquesta que, instrumentista a instrumentista, sección a sección, y en su totalidad, fue aclamada este fin de semana en Madrid gracias a unas versiones admirables de dos de las sinfonías más complicadas de Mahler y a una lectura insuperable de las piezas orquestales de Berg. La compenetración de Salonen con la orquesta es fabulosa. Tocan gustándose y transmiten un efecto hipnótico. Sus dos conciertos últimos en Madrid han sido inolvidables: el primero, dedicado a Enrique Franco, qué gran detalle, figura en la programación del Festival de Lucerna; el segundo -la Séptima de Mahler- nos llevó a la gloria.
THE PHILHARMONIA ORCHESTRA
Director. Esa Pekka-Salonen. Obras de Berg y Mahler. Ibermusica. Auditorio Nacional, 12 y 13 .