Los niños chabolistas de Sevilla serán evaluados

Los 95 menores que llevan dos meses y medio sin ir a clase, tras huir de sus casas por una reyerta en el Polígono Sur en Sevilla, podrán ser evaluados. Empezaron ayer y tendrán 10 días de clases extraescolares, hasta final de curso.

La Consejería de Educación ha decidido recoger a los chicos en autobús y llevarlos desde el asentamiento chabolista en el que están viviendo hasta un colegio de Sevilla. Allí pueden ducharse, comer y realizar actividades educativas y de ocio que estarán coordinadas por los profesores de los centros en los que están escolarizados, la mayoría de ellos del Cole...

Los 95 menores que llevan dos meses y medio sin ir a clase, tras huir de sus casas por una reyerta en el Polígono Sur en Sevilla, podrán ser evaluados. Empezaron ayer y tendrán 10 días de clases extraescolares, hasta final de curso.

La Consejería de Educación ha decidido recoger a los chicos en autobús y llevarlos desde el asentamiento chabolista en el que están viviendo hasta un colegio de Sevilla. Allí pueden ducharse, comer y realizar actividades educativas y de ocio que estarán coordinadas por los profesores de los centros en los que están escolarizados, la mayoría de ellos del Colegio Andalucía. "Es una medida excepcional que ha tomado la consejería para tratar este caso tan complejo y delicado", declaró ayer la consejera de Educación, Mar Moreno.

En la mañana de ayer, algunos de los padres de estos menores fueron a la Oficina de Vivienda del Comisionado del Polígono Sur para pedir que les devuelvan sus casas, que fueron precintadas tras ser abandonadas.

Por otra parte, la consejera comentó también que el caso de la menor expulsada del Colegio Antonio Machado de Sevilla, a dos semanas de acabar el curso, se debe a un "fraude en la escolarización cometido por sus padres durante cuatro años". La menor, Ángela, ha tenido que abandonar el colegio por orden judicial acusada de falsear los datos de su matrícula para entrar en el centro. Los padres de Ángela, que dicen que no supieron nada de la denuncia hasta 2008 (cuatro años después de que otros padres la interpusieran), se niegan a cambiar a su hija de centro.