Reportaje:

A 48 céntimos el litro de leche... y bajando

Unións Agrarias vuelca su lucha contra las cadenas de alimentación

Un litro de leche entera en Dia a 50 céntimos; 49, si ese mismo cartón se busca entre las estanterías de Alcampo. Camponuestro, la marca blanca de Gadis, rebaja el tetra brick hasta 0,48. Son ofertas del pasado jueves. Hace sólo año y medio la firma más barata no bajaba de 70 céntimos, pero la crisis ha empinado la cuesta abajo de los precios en los lineales de las grandes superficies. Y la leche, se ha vuelto a demostrar, luce de reclamo como ningún otro alimento en la publicidad que buzonean los macrosupermercados.

La otra cara del ahorro que suponen los productos sin marca -que copan...

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Un litro de leche entera en Dia a 50 céntimos; 49, si ese mismo cartón se busca entre las estanterías de Alcampo. Camponuestro, la marca blanca de Gadis, rebaja el tetra brick hasta 0,48. Son ofertas del pasado jueves. Hace sólo año y medio la firma más barata no bajaba de 70 céntimos, pero la crisis ha empinado la cuesta abajo de los precios en los lineales de las grandes superficies. Y la leche, se ha vuelto a demostrar, luce de reclamo como ningún otro alimento en la publicidad que buzonean los macrosupermercados.

La otra cara del ahorro que suponen los productos sin marca -que copan ya entre un 11 y un 20% de la facturación en grandes hipermercados- a cada vez más consumidores son los ganaderos. Ahogados por el encarecimiento de sus materias primas, sin apenas margen de beneficio, los productores gallegos han visto bajar el precio de la leche casi un 40% en los últimos doce meses. El litro sale estos días de las granjas a 28 céntimos. Y el ganadero sabe que o lo toma o lo deja. Endeudadas por las inversiones para comprar una cuota que no servirá de nada en 2015, la mayoría de las 12.000 granjas que perviven no tienen alternativa. Anxo, propietario de una explotación, segunda generación de ganaderos, lo explicó gráficamente el miércoles a la Radio Galega. "Los bancos no recogen vacas, quieren el dinero".

Las granjas a las que se dejó de recoger venden ahora el litro a 18 céntimos

Entretanto, los sindicatos agrarios empiezan a mudar de estrategia y parcialmente también de enemigos. Ya no centran todas sus protestas contra las industrias a las que consideran en parte víctimas del nuevo sistema. Roberto García, secretario general de Unións Agrarias, anticipa una batería de medidas contra las grandes distribuidoras de alimentación, mayoritariamente de capital francés, a las que acusa directamente de practicar un "nacionalismo económico". García sospecha, como lo hace el Tribunal de Defensa de la Competencia Vasco, que las cinco gigantes de la alimentación que facturan el 82% de las ventas en Galicia están primando sus propias marcas blancas frente a los competidores. De ese modo, "se convierten en productores y distribuidores al mismo tiempo y ellas mismas deciden qué y cómo venden".

En las baldas de cualquier establecimiento Alcampo, por citar un caso, lucen estos días cartones de leche a 49 céntimos frente a otros de la competencia a 87. La estrategia para "quedarse con el mercado" ha desterrado de algunas tiendas las marcas de leche de toda la vida. En este contexto, los camiones de Pascual y otras industrias abandonaron las rutas de recogida. Así que aproximadamente 2.000 granjas han tenido que improvisar una salida a toda su producción. La encontraron en lo que el sector llama primeros compradores, meros intermediarios que están pagando 16 céntimos por litro. Si a ese precio le sumamos los 12 céntimos que cuestan el tapón, el tetra brick y el impuesto de Ecoenves, a las cadenas alimentarias aún les quedaría margen para seguir tirando los precios.

"Hasta que alguna Administración decida intervenir para frenar las ventas a pérdidas, una práctica prohibida por la Unión Europea, e investigar la importación de leche excedentaria que países como Francia están colocando en el mercado español", reclama Roberto García, quien junto al resto de líderes sindicales presentará el martes sus reclamaciones al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

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El nuevo plan de las centrales parte de la unidad sindical para evitar "que la leche siga siendo un producto reclamo en las tiendas". En su nueva guerra, los ganaderos buscan además la complicidad de las industrias lácteas -a las que se han enfrentado durante los últimos años- para plantar cara a las distribuidoras francesas. Declaraciones como las del propietario de Leite Río, Jesús Lence, quien en una entrevista reciente, aseguró que "no pasaría nada porque desapareciesen 2.000 granjas en Galicia", no ayudan al entendimiento.

El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, inició esta semana una ronda de conversaciones para escuchar al sector. Se trata, según Roberto García, de que el primer encuentro con Feijóo sirva ya para poner medidas encima de la mesa. Mientras, la agonía de los ganaderos se agrava con cada céntimo que pierde su leche en los supermercados.

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