Análisis:

Una reforma necesaria

El debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo es un debate lleno de cuestiones religiosas y morales, pero esos no deberían ser los parámetros por los que se rija la reforma de la ley, sino la bioética y la Constitución. Después de más de 20 años de aplicación de la ley, ya es hora de avanzar y dejar de considerar el aborto como delito y regulándolo no como una ley punitiva sino garantista y preventiva, desde el respeto y el reconocimiento al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad. Y todo esto, velando por la protección debida del feto según marca la doctrina constitucio...

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El debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo es un debate lleno de cuestiones religiosas y morales, pero esos no deberían ser los parámetros por los que se rija la reforma de la ley, sino la bioética y la Constitución. Después de más de 20 años de aplicación de la ley, ya es hora de avanzar y dejar de considerar el aborto como delito y regulándolo no como una ley punitiva sino garantista y preventiva, desde el respeto y el reconocimiento al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad. Y todo esto, velando por la protección debida del feto según marca la doctrina constitucional, incorporándonos a la mayoría de modelos legislativos europeos y siguiendo las recomendaciones de la OMS, la ONU y el Consejo de Europa.

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Toda interrupción voluntaria del embarazo primero fue un embarazo no deseado y por eso es necesario poner el acento en la prevención y acompañar la ley de una estrategia global sobre derechos y salud sexual y reproductiva.

La derecha pretende reabrir el debate de aborto sí aborto no. Ahora estamos en otro tiempo y para la sociedad española esta es una cuestión que ya esta aceptada. No estamos legislando sobre algo nuevo sino sobre algo que ya existe y lo estamos haciendo para ofrecer mayores garantías y seguridad jurídica a las mujeres y a los profesionales sanitarios. Además, esgrimir el derecho a la vida es paradójico cuando se está en contra de la ley que permite casos como el de Andrés, el niño sevillano, que a través de un hermano compatible genéticamente ha conseguido sanarse y salvar su vida.

Queremos reformar la ley porque para una mujer la decisión de interrumpir su embarazo per se ya es difícil, pero una vez llegado a este punto nuestra obligación como poder legislativo es salvaguardar su seguridad y su dignidad.

Carmen Montón es portavoz de Igualdad del Grupo Parlamentario Socialista.

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