Crítica:FERIA DE FALLAS

Orejas para todos

Orejas para todos. Y medallas también. Visto lo visto en la corrida de ayer, se comprende mejor que se devuelvan medallas, cartas y hasta el rosario de la madre. Visto lo visto en la corrida de ayer, y en tiempos de devoluciones, tampoco debería extrañar que los Juli, Ponce, José Tomás (no confundir con el sastre de moda), Castella y hasta el mismísimo Cayetano, devolvieran las orejas que han cortado en esta Feria. Separemos el trigo de la paja, por favor.

Tres orejas se cortaron ayer. Una de cada uno de los últimos tres toros de una corrida de la familia González Sánchez-Dalp con cuatr...

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Orejas para todos. Y medallas también. Visto lo visto en la corrida de ayer, se comprende mejor que se devuelvan medallas, cartas y hasta el rosario de la madre. Visto lo visto en la corrida de ayer, y en tiempos de devoluciones, tampoco debería extrañar que los Juli, Ponce, José Tomás (no confundir con el sastre de moda), Castella y hasta el mismísimo Cayetano, devolvieran las orejas que han cortado en esta Feria. Separemos el trigo de la paja, por favor.

Tres orejas se cortaron ayer. Una de cada uno de los últimos tres toros de una corrida de la familia González Sánchez-Dalp con cuatro toros de muy justo trapío y dos, primero y segundo, de buen corte. Corrida de fuerzas mínimas. Bondadosa. Muy toreable. Facilona, en fin. Con un toro, el que abrió plaza de muy notable son y fondo. El mejor a mucha distancia del resto.

GONZÁLEZ, SÁNCHEZ, JARRAMA / CORDOBÉS, RIVERA, JIMÉNEZ

Dos toros de González Sánchez-Dalp (primero y segundo), uno de Jarrama (tercero), y tres de Manolo González. Justos de presentación y fuerzas. Toreables.

El Cordobés: dos pinchazos y entera trasera -aviso- (silencio); -aviso- entera caída (oreja). Rivera Ordóñez: estocada caída (saludos); entera baja (oreja). César Jiménez: entera algo caída -aviso- y descabello (saludos); -aviso- casi entera atravesada y descabello (oreja).

Plaza de Valencia, 17 de marzo. Décima de Feria. Lleno.

El Cordobés se perdió en una inmensa vulgaridad con el primero, al que pegaron fuerte en varas. Con el anovillado cuarto, más de lo mismo. En este caso ni vulgaridad. Enganchones y atropellos bajo el beneplácito del llamado respetable.

La labor de Rivera con el segundo fue, al menos, trabajada. De sobrado oficio ante toro también muy castigado en varas y que le costó mucho embestir. Puso banderillas a petición popular en el quinto, otro novillote. Y las puso fácil. La faena fue todo un recital de efectismos: circulares, miradas al tendido. Todo por el mismo precio. Barato.

César Jiménez no se acopló con el tercero, del hierro de Jarrama. Desigual. Con la tarde disparada (de disparate) también se puso facilón con el sexto. En éste muchos pases y poco toreo. A esas alturas de la corrida daba lo mismo. La gente encantada. Pidieron orejas y se las dieron. Otro día igual les da por pedir medallas. Vale.

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