Velocidad variable en la A-6
Barcelona lo puso en marcha hace dos semanas en 33,7 kilómetros de carreteras y ahora llega a Madrid, pero como ensayo. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha previsto una prueba piloto de la velocidad variable en un tramo de la A-6, dentro de un plan nacional con otras vías. Con este sistema, la velocidad máxima varía si llueve, si hay tráfico denso o contaminación. Los cambios se señalizan con paneles luminosos. En el caso de Cataluña, oscila entre 80 y 40 kilómetros por hora. En Madrid aún no se ha fijado.
La prueba comenzará en abril, según reveló ayer el concejal de Seguridad y M...
Barcelona lo puso en marcha hace dos semanas en 33,7 kilómetros de carreteras y ahora llega a Madrid, pero como ensayo. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha previsto una prueba piloto de la velocidad variable en un tramo de la A-6, dentro de un plan nacional con otras vías. Con este sistema, la velocidad máxima varía si llueve, si hay tráfico denso o contaminación. Los cambios se señalizan con paneles luminosos. En el caso de Cataluña, oscila entre 80 y 40 kilómetros por hora. En Madrid aún no se ha fijado.
La prueba comenzará en abril, según reveló ayer el concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo. Será en el tramo de acceso a Madrid de la autovía de A Coruña, entre los kilómetros 7,1 y 19,2. La prueba de Madrid forma parte de un plan más amplio para reducir el impacto ambiental en los accesos a las grandes ciudades, según la DGT.
El Ayuntamiento ya ha hecho sus propios cálculos en el tramo de la A-6 pero con márgenes más estrechos que en Barcelona En condiciones óptimas de vía y con una conducción eficiente, según Calvo, el gasto de combustible se reduce en un 10% si la velocidad baja de 100 a 80 kilómetros. El ahorro sube a un 35% si se baja de 120 a 80 por hora.
En Barcelona, la implantación de la velocidad variable fue impulsada por el Servicio Catalán de Tráfico (SCT). El objetivo del cambio de velocidad, que no ha gustado a los transportistas, es paliar las congestiones de la mañana en las dos vías más usadas para acceder en coche a la ciudad. Es la primera de España en aplicar un sistema que ya usan ciudades como Londres, Birmingham, Utrecht o Amsterdam.