La norma antirruido planea sobre el barrio de El Carme

Vecinos y bares discrepan sobre el alcance de la ZAS

El Ayuntamiento de Valencia inició ayer el proceso para declarar el barrio de El Carme Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Con cautela, porque eso no implica la aprobación de la norma antiruido, la asociación vecinal Amics del Carme consideró el paso una buena noticia. De aplicarse, afirmó un portavoz, supondría "la suspensión de licencias de apertura; el recorte de horarios; la revocación de licencias; la reducción del espacio de las terrazas, y rigurosas labores de inspección". Un impacto sobre la marcha del barrio similar a la que supuso para la zona de Xúquer.

Los bares lo int...

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El Ayuntamiento de Valencia inició ayer el proceso para declarar el barrio de El Carme Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Con cautela, porque eso no implica la aprobación de la norma antiruido, la asociación vecinal Amics del Carme consideró el paso una buena noticia. De aplicarse, afirmó un portavoz, supondría "la suspensión de licencias de apertura; el recorte de horarios; la revocación de licencias; la reducción del espacio de las terrazas, y rigurosas labores de inspección". Un impacto sobre la marcha del barrio similar a la que supuso para la zona de Xúquer.

Los bares lo interpretaron de otra forma: "Si se aprueba la ZAS no debería ser para luchar contra el ocio, sino contra el ruido. Y la manera más eficaz de hacerlo son los cortes selectivos de tráfico y la presencia policial, no una batería de medidas contra la hostelería", declaró Vicente Pizcueta, portavoz de la Federación de Hostelería de Valencia.

Pizcueta tachó de "imprudente" la postura de Amics del Carme en un escenario de crisis, cuando la actividad del sector, dijo, ha caído un 30%. El portavoz de los hosteleros volvió a argumentar que el ruido lo generan las concentraciones en la calle (botellón), y la música de los coches. Opinó que el recorte de horarios y locales "afectaría al atractivo turístico de la ciudad" y apostó por que la nueva ZAS siga el ejemplo de la prevista en Juan Llorens, que los vecinos consideran descafeinada.

Por ahora, el Ayuntamiento que dirige Rita Barberá sólo ha aprobado la medición del ruido que padece El Carme. El concejal Alfonso Grau, afirmó que trabajarán "desde la premisa del legítimo respeto al descanso, pero sin matar al barrio". El PSPV vio en la acumulación de ZAS, una medida excepcional, la "evidencia del fracaso de la política de ocio y prevención" del PP. Esta es la primera declaración de zona acústicamente saturada que el Consistorio inicia sin que lo manden los tribunales.

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