Reportaje:

Más de 400 colegios 'verdes'

Centros escolares de casi la mitad de los municipios se suman a programas medioambientales en que los escolares interactúan con agentes sociales

Transmitir a los más pequeños el respeto por la naturaleza y la contribución al desarrollo sostenible supone un objetivo clave del currículo vasco, que fija las competencias en educación no universitaria. Desde que en 1989 el Departamento de Educación crease los Centros de Educación e Investigación Didáctico-Ambiental (CEIDA), rebautizados como Ingurugela (aula ambiental), la educación ambiental se aplica de manera sistemática en las escuelas vascas. El último paso ha sido implicar a los escolares en proyectos municipales en los que colaboran con instituciones, familias y otros agentes sociale...

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Transmitir a los más pequeños el respeto por la naturaleza y la contribución al desarrollo sostenible supone un objetivo clave del currículo vasco, que fija las competencias en educación no universitaria. Desde que en 1989 el Departamento de Educación crease los Centros de Educación e Investigación Didáctico-Ambiental (CEIDA), rebautizados como Ingurugela (aula ambiental), la educación ambiental se aplica de manera sistemática en las escuelas vascas. El último paso ha sido implicar a los escolares en proyectos municipales en los que colaboran con instituciones, familias y otros agentes sociales.

Un total de 420 centros escolares de 115 municipios (casi el 46% de todos los de la comunidad) se han sumado a este proyecto, Agenda 21 Escolar, apoyado por Educación, Medio Ambiente, la red de ayuntamientos Udalsarea 21 y las diputaciones. "Integrar la educación ambiental en la sociedad es la única manera de promover un cambio de cultura", recalca Asun Ostolaza, responsable de la Ingurugela de Bilbao.

Las propuestas, en las que colaboran los ayuntamientos, cubren todas las etapas educativas

Las escuelas empezaron incorporando la educación ambiental centradas en la sensibilización sobre el entorno, los valores ecologistas y los problemas medioambientales. Esos contenidos pronto trascendieron la asignatura Conocimiento del Medio para integrarse en materias relacionadas con economía, salud o desarrollo. "El objetivo es que sea un elemento transversal que implique a todo el centro", señala Ostolaza a EL PAÍS. El segundo paso fue analizar su propia gestión con auditorías, intentar reducir el consumo y apostar por la eficiencia energética.

El programa Agenda 21 Escolar es el último paso. En cada escuela se forma un equipo con profesores de cada ciclo de enseñanza, cuyo coordinador es asesorado por los expertos de CEIDA, y un comité ambiental que integra a docentes, padres y alumnos. Todos los centros del municipio trabajan sobre un mismo asunto: la energía y el agua suelen ser los más elegidos. El CEIDA les proporciona recursos como vídeos, lecturas o juegos para abordarlos en todas las asignaturas, y las instituciones aportan financiación y personal de apoyo. Los ayuntamientos contratan una asesoría técnica para que medie entre el consistorio y la escuela.

El proyecto incluye diseñar campañas de sensibilización, un diagnóstico, un plan de acción, una fase de difusión de los resultados (que incluye emplazar al ayuntamiento a adoptar las medidas pertinentes), y la evaluación sobre el cumplimiento de los objetivos.

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Éste es el proyecto más ambicioso de las Ingurugela, que mantienen también una actividad permanente de formación de profesorado, investigación y creación de nuevos materiales. Promueven otras actividades de sensibilización como las salidas para analizar ríos y la costa o las iniciativas conjuntas con ONG. Las propuestas cubren todas las etapas educativas, desde Infantil a Bachillerato o FP.

Ostolaza subraya la buena acogida por los estudiantes: incluso entre los adolescentes aprecia un cambio de actitud. "Es una edad en la que marcar la individualidad es mucho pedir, pero cuando maduran aflora lo que han interiorizado".

Ekologistak Martxan, la principal organización verde de Euskadi, elogia el papel de las Ingurugela. "Es fantástico que las criaturas pasen a la acción, colaboren con los agentes sociales...", subraya José Álvarez, miembro de la asociación y profesor. Sin embargo, critica que las instituciones no mantengan políticas coherentes con esos contenidos: "Se habla a los chavales de compostaje, pero luego se opta por incinerar".

Cómo enseñar ecología

La Universidad del País Vasco (UPV) imparte desde hace 15 años asignaturas de educación medioambiental en Magisterio y Educación Social. "Vimos que para dar educación medioambiental en las escuelas teníamos que empezar por formar a los futuros profesores y profesionales de atención social", explica María Dolores Sanmillán, profesora en Guipúzcoa de Educación Social y Ecología, y de Educación Ambiental.

Esta última materia la imparte en Vitoria Teresa Ruiperez en la especialidad de Educación Primaria. "Reflexionamos sobre qué entendemos por medio ambiente, intentando ampliar ese concepto a partir de las ideas del alumnado", explica. Se aborda también la historia de la educación ambiental y el desarrollo sostenible, los objetivos y metodología para trabajarlos y cuáles son los principales problemas medioambientales en el mundo, incidiendo en los de mayor actualidad, como el calentamiento global. "Acercamos a los estudiantes experiencias concretas, les animamos a hacer algún proyecto,... El contacto con el medio les resultan más atractivo", recalca.

Además, la profesora anima a su alumnado a través de diferentes autores a "pasar a la acción, porque es necesaria una implicación sociopolítica a favor del emfio ambiente". Como puntos a mejorar, reclama más horas y asignaturas para poder transmitir un enfoque realmente interdisciplinar.

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