El modelo se aplicará en 2009 y se aprobará en otoño, no en agosto como fija Cataluña

Varios mitos se desplomaron en la cena de La Moncloa y, al parecer, nadie los echará de menos. Toda la discusión sobre si el nuevo modelo de financiación para las comunidades debe estar acordado para el próximo 9 de agosto quedó en nada. Esa fecha se utiliza como referencia para Cataluña porque su Estatuto la marca como el comienzo de su nueva financiación. "Lo importante es que el modelo entre en vigor el 1 de enero de 2009, da igual que el acuerdo esté en agosto, septiembre, u octubre". Ésta fue la previsión que ayer hizo el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con toda naturalid...

Varios mitos se desplomaron en la cena de La Moncloa y, al parecer, nadie los echará de menos. Toda la discusión sobre si el nuevo modelo de financiación para las comunidades debe estar acordado para el próximo 9 de agosto quedó en nada. Esa fecha se utiliza como referencia para Cataluña porque su Estatuto la marca como el comienzo de su nueva financiación. "Lo importante es que el modelo entre en vigor el 1 de enero de 2009, da igual que el acuerdo esté en agosto, septiembre, u octubre". Ésta fue la previsión que ayer hizo el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con toda naturalidad, en una reunión informal con medios de comunicación. En la noche anterior, tanto él como Solbes intervinieron en la misma dirección sin que José Montilla objetara.

Zapatero señaló en esa reunión que los cambios en la población serán el elemento fundamental para establecer el nuevo modelo. La edad y la dispersión serán la clave por cuanto los mayores tienen más necesidades de gasto que en otros tramos de edad. La polémica suscitada por Cataluña respecto a que la solidaridad, es decir, la nivelación, sólo debe centrarse en la educación, la sanidad y los servicios sociales también ha perdido fuerza. Zapatero aseguró que esos tres servicios, siempre que se incluya la atención a la dependencia, se llevan el 90% del gasto. Lo cierto es que en la conversación de los barones, Montilla no aludió a este límite.

El objetivo de la reunión se consiguió: todos se mostraron solidarios con los problemas de todos. "El carácter de estos presidentes ayuda mucho, son muy tranquilos y, además, Montilla cae bien a todos", dijeron en el entorno de Zapatero.

El papel de Manuel Chaves, presidente del PSOE y de Andalucía, fue otro: el discurso de la unidad. Todos conocen, sin embargo, que el Gobierno andaluz tiene un proyecto de financiación muy elaborado. También al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, le tocó la tarea de pedir armonía. "Para mí, Pepe Blanco es imprescindible", confesó ayer Zapatero.