La seguridad en Asia
Ante el artículo y la opinión editorial aparecidos en este diario el 17-05-08, los autores del estudio "China y la seguridad en Asia oriental. Análisis del papel de China en la construcción del orden regional en materia de seguridad" desean, acogiéndose a su derecho de réplica, hacer varias aclaraciones.
El trabajo al que se alude constituye un estudio académico encargado por la Oficina de Promoción de la Paz y los Derechos Humanos con el objetivo de promover el conocimiento en materia de paz y seguridad y en relación a la región de Asia oriental. Así lo recoge el convenio de colaboraci...
Ante el artículo y la opinión editorial aparecidos en este diario el 17-05-08, los autores del estudio "China y la seguridad en Asia oriental. Análisis del papel de China en la construcción del orden regional en materia de seguridad" desean, acogiéndose a su derecho de réplica, hacer varias aclaraciones.
El trabajo al que se alude constituye un estudio académico encargado por la Oficina de Promoción de la Paz y los Derechos Humanos con el objetivo de promover el conocimiento en materia de paz y seguridad y en relación a la región de Asia oriental. Así lo recoge el convenio de colaboración entre la Universitat Pompeu Fabra y el Departament d'Interior, Relacions Institucionals i Participació: "El objeto de este convenio de colaboración es la realización de la primera fase de una línea de investigación sobre seguridad y conflictividad en Asia Oriental" (cláusula 1ª de dicho convenio). Ésta es una actividad de divulgación académica y, como tal, será objeto de una publicación en la colección Investigación por la Paz, que "recoge y da a conocer estudios sobre paz, violencia y conflictos... dirigida a un público universitario, centros de investigación y personas interesadas en la materia" (texto de la propuesta para la edición de dicha colección).
Por tanto, no se trata de un "informe" ni de un trabajo de consultoría con la pretensión de servir al día a día del gobierno catalán, como erróneamente asumen el artículo y la opinión editorial. Este estudio y muchos otros encargados a otros grupos investigadores de otras universidades catalanas tienen vocación de conocimiento público y no de consumo interno del gobierno. Nada tiene que ver con usos clientelares ni con afinidades partidistas, como de manera insidiosa se sugiere al mencionarlo para ejemplificar comportamientos políticos reprobables. Sorprende que el compromiso de las autoridades públicas con la investigación en Ciencias Sociales, tan escaso y necesario, sea burdamente equiparado con informes sospechosos y prácticas fraudulentas.