La lidia | Cuarta de la feria de San Isidro

Joselillo: "Me siento feliz por haberlo dado todo"

No se sabe cómo, la corrida de la señá Aguirre ha ido cobrando interés año tras año en el ciclo isidril. El público que suele venir tan sólo a los carteles de las grandes figuras, el llamado "del clavel", hace también acto de presencia para contemplar la lidia de estos toros. Lo malo es que el resultado acaba siendo similar al de muchas corridas de relumbrón: un fiasco, o casi, al menos por el lado del ganado.

Tener un apodo con diminutivo parece dar cierta garantía a un torero para salir airoso del trance. El año pasado fue Rafaelillo y éste, Joselillo, cortando una oreja en la ...

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No se sabe cómo, la corrida de la señá Aguirre ha ido cobrando interés año tras año en el ciclo isidril. El público que suele venir tan sólo a los carteles de las grandes figuras, el llamado "del clavel", hace también acto de presencia para contemplar la lidia de estos toros. Lo malo es que el resultado acaba siendo similar al de muchas corridas de relumbrón: un fiasco, o casi, al menos por el lado del ganado.

Tener un apodo con diminutivo parece dar cierta garantía a un torero para salir airoso del trance. El año pasado fue Rafaelillo y éste, Joselillo, cortando una oreja en la tarde de su confirmación y con ganado tan reputado; no sale, ni mucho menos, poco airoso del trance. Seguro que a partir de mañana le va a sonar más el teléfono, a lo mejor hasta para proponerle sustituir al convaleciente pero no del todo restablecido Serafín Marín el día "12+1", aunque hay otros candidatos. La tarde ha sido para Joselillo algo así como hacer la Primera Comunión por todo lo alto: "Me siento muy feliz. La verdad es que es algo muy bonito venir a Madrid a darlo todo, porque el público se lo merece. Creo se ha podido ver que la entrega ha sido absoluta y al último le he podido pegar algún muletazo como a mí me gusta".

Su padrino de confirmación, Fernando Robleño, no ha podido mostrarse lo rumboso que hubiera deseado con su ahijado haciendo algo bonito en sus toros, más por culpa de éstos que por su voluntad, aunque su primero se echó a perder en un mal puyazo: "No he tenido suerte en el sorteo. Yo por lo menos creo que ha sido así; la verdad es que me voy un poco decepcionado". Sergio Aguilar también se iba triste, aunque más de lo que debía. En su segundo, se fue relajando con un marrajo difícil al que remató con un estocadón: "En el segundo yo creo que he expuesto mucho, pero no me ha dado opción".

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