El presidente se reunirá con el 'lehendakari' "cuanto antes"

Todavía no hay fecha, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en La Moncloa en cuanto "lo permitan las agendas". La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, lo confirmó ayer, tras el Consejo de Ministros. Trataba de disipar así los temores de Ibarretxe y del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, de que Zapatero quiera bloquear las relaciones institucionales con los nacionalistas vascos para favorecer al candidato socialista a la presidencia vasca, Patxi López.

"No hay nada más detrás. Es un proble...

Todavía no hay fecha, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en La Moncloa en cuanto "lo permitan las agendas". La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, lo confirmó ayer, tras el Consejo de Ministros. Trataba de disipar así los temores de Ibarretxe y del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, de que Zapatero quiera bloquear las relaciones institucionales con los nacionalistas vascos para favorecer al candidato socialista a la presidencia vasca, Patxi López.

"No hay nada más detrás. Es un problema de ordenación de las agendas y no queda más que la fijación de la reunión, que se producirá cuanto antes", dijo ayer Fernández de la Vega con una sonrisa, en alusión a los temores del PNV. Además, insistió en que para Zapatero "las relaciones institucionales son prioritarias" y en esa categoría entra el diálogo con el lehendakari.

Para Ibarretxe, la reunión con Zapatero es muy importante porque es el primer paso de la hoja de ruta que se fijó, el pasado septiembre, para su nuevo plan soberanista. La Moncloa lo sabe y tiene, también, trazada su propia estrategia. No hará lo que el presidente Aznar, que optó por rehuir la relación con el lehendakari cuando planteó su primer plan soberanista.

Zapatero cumplirá con su obligación institucional y le recibirá en La Moncloa. No dará opción a que Ibarretxe pueda atrincherarse en el victimismo. También le dejará claras las reglas de juego en que se moverá el diálogo: sí a un aumento del autogobierno, pero por la vía de la Constitución y sus procedimientos. Es decir, es posible una reforma del Estatuto, pero su plan soberanista y su hoja de ruta son inviables.