El acusado de matar a 2 niñas con plaguicida evita ir a la cárcel

Condenado a pagar 306.620 euros a los padres de las pequeñas

Bartolomé García no pisará la cárcel. El titular del Juzgado de lo Penal dos de Córdoba ha decidido absolverlo de los dos delitos de homicidio por imprudencia que le achacaba la Fiscalía, que pedía cuatro años de cárcel. El acusado utilizó un potente pesticida para acabar con una plaga de cucarachas en su domicilio de Posadas (Córdoba). Pero el plaguicida se coló en la vivienda colindante, donde residían dos niñas de 5 y 9 años con sus padres. Las pequeñas fallecieron intoxicadas a finales de 2006 y los progenitores fueron hospitalizados.

El juez sí considera a García responsable de dos...

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Bartolomé García no pisará la cárcel. El titular del Juzgado de lo Penal dos de Córdoba ha decidido absolverlo de los dos delitos de homicidio por imprudencia que le achacaba la Fiscalía, que pedía cuatro años de cárcel. El acusado utilizó un potente pesticida para acabar con una plaga de cucarachas en su domicilio de Posadas (Córdoba). Pero el plaguicida se coló en la vivienda colindante, donde residían dos niñas de 5 y 9 años con sus padres. Las pequeñas fallecieron intoxicadas a finales de 2006 y los progenitores fueron hospitalizados.

El juez sí considera a García responsable de dos faltas de imprudencia leve con resultado de muerte y otras dos más con resultado de lesiones. Le impone una indemnización total de 303.020 euros por la muerte de las pequeñas y por las lesiones a los padres. Además, deberá abonar una multa de 3.600 euros.

La indemnización fijada por el magistrado coincide con la que reclamó el fiscal durante la última jornada de la vista oral celebrada este mes de abril. La fiscal solicitó que García pagara 300.000 euros a los padres para que dejen de vivir al lado del acusado.

Sin permiso

Según la sentencia, a finales de noviembre de 2006, el acusado utilizó varias pastillas (al menos 15) del pesticida Deitia Pallets para acabar con una plaga de cucarachas. Depositó el producto en el salón del domicilio, "sin que conste que llegara a precintar de forma absoluta todas las salidas del recinto y, en concreto, el fregadero de la cocina". Durante la vista oral, el acusado sostuvo que ese sumidero estaba atascado. García, que tiene dos empresas que comercializan pesticidas industriales, no disponía de los permisos para aplicar ese tipo de producto. Pero conocía "las condiciones concretas de utilización, las precauciones a adoptar" y la "grave toxicidad" de ese pesticida, según el juez. El gas fosfina que desprende el plaguicida penetró en la vivienda de las niñas.

Durante la madrugada del 30 de noviembre de 2006, la familia comenzó a sentirse mal a consecuencia de la inhalación del gas. Los cuatro fueron al centro de salud y, al no mejorar su estado, fueron trasladados al hospital Reina Sofía, donde fallecieron las dos pequeñas. El padre tuvo que estar ingresado cinco días y la madre, 14. Actualmente, continúan en tratamiento psicológico.

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Respecto a la actitud del acusado, el magistrado considera que fue de "cierta colaboración", ya que acudió al Reina Sofía para dar detalles del producto que había empleado, lo que permitió cambiar el tratamiento y que los padres mejoraran. Sin embargo, los progenitores se han quejado de que, con anterioridad, el acusado negó haber utilizado algún producto tóxico en su domicilio. La familia recurrirá.

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