El problema de la educación infantil

Detenida la directora del centro donde murió un niño

El bebé de cuatro meses que murió el lunes en una ludoteca de Barcelona empezó a sentirse mal después de tomar un biberón. A los pocos minutos falleció por muerte súbita, según confirmó ayer la autopsia. Tras el suceso, se inició una investigación, y los Mossos d'Esquadra detectaron irregularidades en el centro: dos de las tres cuidadoras extranjeras se encontraban en situación irregular en España y el número de niños acogidos triplicaba el aforo. Además, el centro se publicitaba como guardería, cuando sólo dispone de un permiso municipal como ludoteca.

La peruana Angélica Silva Li es l...

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El bebé de cuatro meses que murió el lunes en una ludoteca de Barcelona empezó a sentirse mal después de tomar un biberón. A los pocos minutos falleció por muerte súbita, según confirmó ayer la autopsia. Tras el suceso, se inició una investigación, y los Mossos d'Esquadra detectaron irregularidades en el centro: dos de las tres cuidadoras extranjeras se encontraban en situación irregular en España y el número de niños acogidos triplicaba el aforo. Además, el centro se publicitaba como guardería, cuando sólo dispone de un permiso municipal como ludoteca.

La peruana Angélica Silva Li es la directora de la falsa guardería, que toma el nombre de un personaje de dibujos animados: Winnie de Pooh (sic). Ahora está detenida. La policía autonómica le imputa un delito de intrusismo y otro contra los derechos de los trabajadores. Además de carecer de papeles, las dos empleadas (una brasileña y otra paraguaya) cuidaban a los niños sin contrato y sin formación.

El suceso ha conmocionado al barrio del Guinardó de Barcelona. No sólo por la muerte del bebé, sino por las irregularidades detectadas. Silva era muy conocida en el barrio porque, durante años, había dirigido la guardería Balú -otro personaje infantil-. Este centro sí contaba con la licencia de la Generalitat. A él acudían decenas de padres para llevar a sus críos. Como David, que ayer miraba con ojos sorprendidos el precinto policial. "Mi hijo estuvo allí más de un año y nunca vi nada raro. Había unos 10 menores con él y dos cuidadoras. Es más: cada vez que mi hijo ve a Angélica por la calle, le da un abrazo y un beso", explicó por la mañana.

El pasado mes de diciembre, Silva se puso en contacto con el Departamento de Educación para echar el cierre a su jardín de infancia para trasladarse a otro local. La Generalitat le comunicó que debía solicitar de nuevo todos los permisos. La mujer se trasladó, pero no pidió ninguna licencia. Sólo entregó una comunicación previa al distrito de Horta-Guinardó del Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de un trámite burocrático muy sencillo relacionado con las características del local, pero no con la actividad que desarrolla en él. "Sirve para abrir una carnicería, una peluquería o una ludoteca", detalló la concejal del distrito, Elsa Blasco.

El documento especifica que el local tiene 98 metros cuadrados y, por tanto, un aforo máximo de 10 menores. Se indica, también, que podrán trabajar un máximo de dos cuidadoras. La inspección ocular de los mossos reveló que, al menos el lunes por la mañana, la ludoteca acogía a 32 bebés. La densidad de población era, pues, muy alta: casi un niño por cada tres metros cuadrados.

Manuela Plaza, que vive en un piso encima de la guardería, aún no se ha recuperado del susto: "La directora salió diciendo que un niño no reaccionaba y las ambulancias le tuvieron dos horas, intentado reanimarle", recordó. Los médicos no pudieron hacer nada, y el menor ingresó cadáver en el hospital de Sant Pau. Un juzgado ha abierto diligencias y el Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán) también ha iniciado una investigación.

Por otra parte, un juzgado de Vilanova ha abierto juicio oral contra la propietaria de una ludoteca por malos tratos a seis niños del centro en 2006.

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