La Xunta gana el pulso a los Franco para entrar en el Pazo de Meirás

La fortaleza regalada al dictador deberá ser inspeccionada en menos de un mes

Apelar a la Constitución para evitar que la Xunta entre en el Pazo de Meirás no le ha valido de nada a los Franco. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha dictado un auto que obliga a la familia del dictador a abrirle las puertas de la fortaleza al Gobierno gallego antes de que pase un mes. Los técnicos de la Consellería de Cultura podrán así revisar el estado de conservación del recinto para decidir si lo declaran Bien de Interés Cultural, una medida que permitirá a los ciudadanos visitar la propiedad, comprada en plena Guerra Civil con dinero de los coruñeses para ser regalada a Franco...

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Apelar a la Constitución para evitar que la Xunta entre en el Pazo de Meirás no le ha valido de nada a los Franco. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha dictado un auto que obliga a la familia del dictador a abrirle las puertas de la fortaleza al Gobierno gallego antes de que pase un mes. Los técnicos de la Consellería de Cultura podrán así revisar el estado de conservación del recinto para decidir si lo declaran Bien de Interés Cultural, una medida que permitirá a los ciudadanos visitar la propiedad, comprada en plena Guerra Civil con dinero de los coruñeses para ser regalada a Franco.

La resolución judicial echa por tierra todos y cada uno de los argumentos de los herederos del dictador. Los magistrados subrayan que la Xunta tiene el deber legal de inspeccionar los bienes catalogados y recuerdan que el Pazo de Meirás, ubicado en la localidad coruñesa de Sada, está inscrito en el inventario del patrimonio cultural de Galicia desde 1991 sin que los Franco hayan alegado nada contra esta inclusión.

El alto tribunal establece asimismo que si la consellería y los Franco no llegan a un acuerdo sobre la fecha de la inspección, ésta debe realizarse antes del 17 de abril, de día y "sin publicidad". Entrarán en la fortaleza la arquitecta, la historiadora y el arqueólogo a los que los herederos del dictador prohibieron el acceso el pasado 30 de agosto. Estos técnicos podrán realizar fotos de la propiedad, una de las condiciones que más disgustaban a la familia del Caudillo.

"Llevó algún tiempo pero por fin podremos cumplir con nuestro trabajo", señaló ayer la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo. Fue precisamente durante la Semana Santa del año pasado cuando este departamento se puso en contacto por primera vez con los Franco para realizar una inspección que tanto se ha complicado.

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