Un reconocimiento a la fidelidad

Fue el reconocimiento a una fidelidad inquebrantable. Así lo quiso reconocer la organización de la 25ª Bienal de la Máquina Herramienta (BIEMH) a aquellas firmas industriales que no han faltado a ninguna de las ediciones de este certamen.

Fue un acto con dosis de emotividad, bajo la presidencia de la consejera de Industria, Ana Aguirre y de responsables del sector y del BEC. Se quería tributar un reconocimiento al compromiso de aquellas empresas que han apostado por este salón de manera decidida. Un total de 17 compañías, 8 de ellas asentadas en Euskadi, ostentan el honor de haber parti...

Fue el reconocimiento a una fidelidad inquebrantable. Así lo quiso reconocer la organización de la 25ª Bienal de la Máquina Herramienta (BIEMH) a aquellas firmas industriales que no han faltado a ninguna de las ediciones de este certamen.

Fue un acto con dosis de emotividad, bajo la presidencia de la consejera de Industria, Ana Aguirre y de responsables del sector y del BEC. Se quería tributar un reconocimiento al compromiso de aquellas empresas que han apostado por este salón de manera decidida. Un total de 17 compañías, 8 de ellas asentadas en Euskadi, ostentan el honor de haber participado en todas las ediciones de la Bienal desde su inauguración en 1961.

Desde aquel primer encuentro, en el que hubo 226 expositores, hasta la feria actual a la que han acudido 1.761, la Bienal ha crecido hasta convertirse en el tercer certamen europeo del sector, el quinto del mundo y la primera feria industrial de España. Prueba de ello son los 57.300 profesionales que se han inscrito en esta edición para observar las últimas novedades tecnológicas del sector industrial.

La evolución de este certamen fue destacada por todos los premiados

Precisamente esta evolución ascendente del certamen se puso de manifiesto por parte de quienes han tenido la oportunidad de conocerla de primera mano. En algunos casos, quienes cogieron el testigo de las empresas premiadas también evidenciaron la "imprescindible necesidad de estar presente en esta feria porque es nuestra señal de existencia por el escaparate que representa", dijo uno de ellos al compartir el galardón.

En la lista de empresas homenajeadas en el acto de ayer figuran tanto firmas nacionales como extranjeras (BLM, Echezarra, Fat, Saim, Trump, Motofil, Mahenor, LM Machinery y Hiwi), además de siete empresas guipuzcoanas (Danobat, Kondia, Etxe-Tar, Crucelegui, Juaristi, Mupem, Couth) y una vizcaína (Ona Electroerosión) cuya trayectoria forma ya parte de la historia industrial vasca por su implantación en el mercado.

Con un grupo integrado por 12 empresas, su propio centro tecnológico y 1.300 trabajadores, Danobat conforma el núcleo de la máquina-herramienta de Elgoibar. Perteneciente al Grupo Cooperativo Mondragón fabrica desde rectificadoras, fresadoras, tornos y sierras hasta centros de mecanizado de alta precisión y velocidad. La cooperativa, que se ha asentado con fuerza en mercados tan exigentes como el ferroviario o el eólico, ha presentado este año dos joyas tecnológicas, como son un torno vertical para mecanizar ruedas de ferrocarril y, a su vez, una fresadora de gran dimensión para conformar las grandes piezas de los aerogeneradores.

Kondia, otra de las empresas de referencia de Elgoibar, se ha especializado en centros de mecanizado, máquinas-herramientas que combinan fresado y mecanizado automatizado y están dotadas de control numérico. La firma siempre ha sido muy valorada por sus aportaciones al diseño industrial y de hecho ibtuvo el premio en las ediciones de 1990 y 2002, con un centro de fresado combinado con la tecnología de torneado.

De la misma localidad guipuzcoana es también Etxe-Tar, especializada en maquinaria para los fabricantes de automóviles, a quienes provee de herramientas para la elaboración en serie de componentes como cigueñales, árboles de levas, culatas o el bloque motor. Juaristi, de Azpeitia, y Mupem, de Itziar-Deba, están también especializados en centros de mecanizado complejos.

Por su parte Couth, de Hernani, y Ona Electroerosión, de Durango, han encontrado sus propios nichos especializados de mercado. La primera fabricando máquinas para el tallado de matrículas en las distintas piezas de coches y aviones, lo que garantiza la trazabilidad del producto. La segunda, como el fabricante de referencia de máquinas de electroerosión, o mecanizado por descarga eléctrica.

Crucelegui, de Eibar, es la única de estas empresas que no fabrica máquinas, sino accesorios. Esta pyme de 20 trabajadores exporta el 50% de su producción, en competencia directa con los productos chinos y del Este europeo.