Las listas de espera empujan a los obesos a la sanidad privada

La demora para ser operados en la pública llega a tres años

Una persona con obesidad mórbida espera una media de tres años antes de ser operado en un hospital público. Pero muchos no disponen de ese tiempo y recurren a la sanidad privada, muchas veces peor equipada, para mejorar su calidad de vida. Fue el caso de Laura Raya, la joven de 19 años que el viernes murió tras ser intervenida en una clínica de Barcelona para reducirse el estómago. Pesaba 105 kilos y medía 1,58 metros.

Unas 4.000 personas que sufren esta enfermedad se operan cada año en centros públicos y privados de España, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía de la Ob...

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Una persona con obesidad mórbida espera una media de tres años antes de ser operado en un hospital público. Pero muchos no disponen de ese tiempo y recurren a la sanidad privada, muchas veces peor equipada, para mejorar su calidad de vida. Fue el caso de Laura Raya, la joven de 19 años que el viernes murió tras ser intervenida en una clínica de Barcelona para reducirse el estómago. Pesaba 105 kilos y medía 1,58 metros.

Unas 4.000 personas que sufren esta enfermedad se operan cada año en centros públicos y privados de España, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO). "La cirugía bariátrica es necesaria porque no es una cuestión de estética, sino de salud. Aunque puede tener complicaciones", explicó ayer su ex presidente Cándido Martínez. El riesgo de muerte se sitúa entre el 2% y el 3%, según diversos expertos consultados por este diario.

La familia de Laura Raya ha denunciado al médico que la atendió -un cirujano de Valencia con amplia experiencia en estas intervenciones- al entender que fue negligente. La joven murió por una hemorragia, cuando en el tratamiento con laparoscopia se le perforó la arteria cava. Una actuación que José Aznar, abogado de la asociación Defensor del Paciente, califica de "imprudente". Aznar dijo ayer que la hemorragia "no se trató debidamente" y que el segundo cirujano que se hizo cargo del percance "tardó mucho en llegar".

Protocolos rígidos

El juez ha archivado el caso de forma provisional, a la espera de que el abogado presente una ampliación de la denuncia. La Generalitat catalana también ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.

Al tratarse de operaciones caras y de alto riesgo, la sanidad pública impone rígidas condiciones antes de admitir a un paciente en las listas de espera. Por ejemplo, debe sufrir alguna de las enfermedades asociadas a la obesidad mórbida, tales como diabetes, alteraciones respiratorias o dolencias cardiovasculares. Además, debe haber intentado otros tratamientos para adelgazar. La obesidad mórbida, que sufre un 1% de la población española, se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal en el organismo.

El control sobre todos estos requisitos, unido a las largas listas de espera, provocan que muchos pacientes opten por costearse la cirugía bariátrica en una clínica privada. Y en estos centros, los recursos "no son siempre los que deberían ser" y el control de la Administración es "escaso", denuncia Carmen Flores, del Defensor del Paciente. "El sector público hace una derivación encubierta hacia el privado, porque operar es caro", denunció Flores.

Un caso llamativo es el de Dona Soto, una mujer de 43 años que reside en Barcelona y que lleva más de 15 años intentando ser incluida en una lista de espera. En noviembre, por fin, lo consiguió. Pesa unos 170 kilos y tiene serias dificultades de movilidad. La mayor parte del tiempo la pasa en casa. Y cuando sale a la calle, sólo puede dar unos pasos antes de sentarse. "Si sigo así, puedo sufrir un paro cardiaco en cualquier momento".

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