Las haciendas piden la devolución de los incentivos fiscales de 1996

Las haciendas vascas han empezado ya a pedir a las empresas que se acogieron a los incentivos fiscales de 1996, unas 300, según fuentes de los organismos recaudadores, que devuelvan los importes en su integridad. Según algunas estimaciones las ayudas concedidas ascienden a más de 1.600 millones de euros.

Con ese requerimiento cumplen el acuerdo alcanzado en el seno de la Comisión Mixta del Concierto -en la que están representadas las instituciones vascas y la Administración del Estado- del pasado mes de julio, que a su vez responde a la exigencia de la Comisión Europea y del Tribunal de...

Las haciendas vascas han empezado ya a pedir a las empresas que se acogieron a los incentivos fiscales de 1996, unas 300, según fuentes de los organismos recaudadores, que devuelvan los importes en su integridad. Según algunas estimaciones las ayudas concedidas ascienden a más de 1.600 millones de euros.

Con ese requerimiento cumplen el acuerdo alcanzado en el seno de la Comisión Mixta del Concierto -en la que están representadas las instituciones vascas y la Administración del Estado- del pasado mes de julio, que a su vez responde a la exigencia de la Comisión Europea y del Tribunal de Luxemburgo. Ambos organismos habían solicitado a la Hacienda del Estado que le remita el listado de empresas beneficiadas y las cuantías, para controlar las devoluciones.

Los incentivos a recuperar fueron considerados ayudas de Estado por la Comisión Europea. Por este motivo las empresas deben de rembolsar a las haciendas el equivalente exacto en euros de las pesetas que recibieron mientras las ayudas fiscales estuvieron en vigor. Fuentes de las haciendas, aseguran que ninguna de las empresas que se benefició de los incentivos corre peligro por la devolución de los mismos. Estas mismas fuentes se negaron a explicar el porcentaje de las ayudas devueltas.

Una vez reembolsada la ayuda, las empresas podrán recurrir, como es previsible, para intentar recuperar el incentivo aduciendo que sencillamente se acogieron a la legislación fiscal vigente.

La crisis de los primeros años de la década de los 90 en Euskadi llegó cuando la economía vasca aún no se había recuperado de la gran reconversión de los 80. En 1993 la tasa de paro era del 19,9% y tardó seis años en colocarse en el 17,8%.Así, una de las soluciones de emergencia fueron las minivacaciones y el crédito fiscal a la inversión de 1996.

Las minivacaciones fiscales establecieron deducciones a las nuevas empresas (del 99%, 75%, 50% y 25% a partir del primer año con beneficios), y el crédito fiscal del 45% permitía recuperar mediante deducciones ese porcentaje de las nuevas inversiones de más de quince millones de euros.

Todas ellas se tramitaron con el convencimiento de que se estaba haciendo uso de la potestad normativa que otorgaba el Concierto. Sin embargo, desde el primer momento la Comisión Europea lo ha rechazado y ha argumentando que estos incentivos son, conforme a los tratados, una ayuda de Estado, que además no se ha comunicado de forma previa.