El desafío nuclear iraní

Rusia usa el informe del espionaje de EE UU para exculpar a Irán

Moscú pide a Teherán que paralice el enriquecimiento de uranio

Rusia tendrá en cuenta las conclusiones de los servicios de espionaje estadounidenses sobre la falta de pruebas de un programa militar iraní para elaborar una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta postura, expresada ayer por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, supone que Moscú se afianza en su posición contraria a imponer nuevas sanciones a Teherán. Es más, Rusia pone en duda la existencia misma de un programa nuclear militar iraní.

Refiriéndose a las revelaciones de EE UU, según las cuales Teherán no trabaja en un programa nuclear militar desde 2003, Lavrov d...

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Rusia tendrá en cuenta las conclusiones de los servicios de espionaje estadounidenses sobre la falta de pruebas de un programa militar iraní para elaborar una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta postura, expresada ayer por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, supone que Moscú se afianza en su posición contraria a imponer nuevas sanciones a Teherán. Es más, Rusia pone en duda la existencia misma de un programa nuclear militar iraní.

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Refiriéndose a las revelaciones de EE UU, según las cuales Teherán no trabaja en un programa nuclear militar desde 2003, Lavrov dijo que confirman las conclusiones rusas. El ministro fue más allá, al afirmar: "Además, nosotros tampoco tenemos datos sobre la realización de esos trabajos hasta 2003, aunque los colegas norteamericanos dijeron que así era".

El jefe de la diplomacia rusa mencionó intercambios de análisis efectuados durante los últimos dos o tres años y basados en datos del espionaje hasta 2003. "Los datos de los colegas norteamericanos que nos fueron presentados no confirman que se pueda hablar con seguridad de la existencia en algún momento en Irán de un programa nuclear militar", sentenció.

Lavrov insistió en que hay que seguir trabajando para lograr una total claridad y consideró que los esfuerzos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en ese sentido están dando resultado. Rusia se basará en las conclusiones de los expertos de este organismo para decidir qué pasos dar.

La víspera, el presidente ruso, Vladímir Putin, insistió ante el principal negociador nuclear iraní, Said Jalili, para que Teherán congele el programa de enriquecimiento de uranio. Putin "ha exhortado de nuevo con insistencia a la directiva iraní a que se tome en serio las exigencias de la OIEA y del Consejo de Seguridad", manifestó Lavrov.

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El ministro opinó que las tres resoluciones del Consejo de Seguridad ya han limitado sustancialmente las actividades de Irán. "Vamos a valorar la situación en torno a la nueva resolución del Consejo de Seguridad teniendo en cuenta todos estos factores, incluida la confirmación publica por parte de EE UU de los datos sobre las pruebas de que no existe en Irán un programa nuclear secreto", sentenció el ministro.

Rusia tiene grandes intereses económicos en Irán, entre ellos la construcción de la central nuclear de Busheer. La posición de Moscú es parecida a la de Pekín, también reticente a nuevas sanciones.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, saluda a sus seguidores en un viaje por la provincia de Elam, al oeste de Irán.AP

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