Universidad

La huelga que triunfó y nadie siguió

Menos de un 12% del profesorado contesta al rector que paró en 2006 - La UPV quería saber qué hizo su plantilla para los descuentos salariales

El profesorado de la UPV secundó en 2006 de forma mayoritaria tres jornadas de huelga para reclamar una subida de sueldos y de los complementos salariales. Dieciséis meses después y tras varios llamamientos, el rector, Juan Ignacio Pérez, volvió a reclamar hace un mes por carta a la mayoría de los 4.200 docentes de la universidad pública que aclarasen si secundaron los paros para descontarles esas jornadas de su sueldo.

Aunque los convocantes de los paros (todos los sindicatos de la UPV) cifraron entonces su seguimiento en un 90%, que el Rectorado rebajó diez puntos, sólo el 11,4% ha re...

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El profesorado de la UPV secundó en 2006 de forma mayoritaria tres jornadas de huelga para reclamar una subida de sueldos y de los complementos salariales. Dieciséis meses después y tras varios llamamientos, el rector, Juan Ignacio Pérez, volvió a reclamar hace un mes por carta a la mayoría de los 4.200 docentes de la universidad pública que aclarasen si secundaron los paros para descontarles esas jornadas de su sueldo.

Casi dos de cada tres docentes a los que se preguntó no han respondido

Aunque los convocantes de los paros (todos los sindicatos de la UPV) cifraron entonces su seguimiento en un 90%, que el Rectorado rebajó diez puntos, sólo el 11,4% ha reconocido ahora que se sumó, mientras otro 25% sostiene que no lo hizo. El rector consideró en la última reunión del Consejo de Gobierno, celebrada el pasado 25 de octubre, una "vergüenza" que la mayoría (el 63,6%) no le haya respondido. Pérez ofreció estos datos a puerta cerrada en esa reunión, pero la universidad no quiso diculgarlos. Los porcentajes que detalló han sido confirmados a EL PAÍS por asistentes a esa cita.

Los profesores se niegan a "autoinculparse" y reclaman que sea el Rectorado el que establezca mecanismos de control. Su opinión mayoritaria es que "pedir la autodenuncia es un sistema absurdo que no se hace en ningún sitio", señala un docente. Una docente indica: "Yo hice huelga y pensé en contestar la carta, pero luego decidí que no me corresponde a mí autoinculparme". "No he contestado porque supone transferirnos una responsabilidad que no es nuestra", reconoce otro.

"Quien hace huelga ha de asumir las consecuencias", discrepa un profesor que ya contestó a la primera carta del Rectorado reconociendo que había parado. "Las huelgas se secundan para protestar; es absurdo negarlo o callarlo luego".

Aunque quienes no han contestado a la carta dicen no hacerlo "por dinero, sino por dignidad", algunas fuentes calculan en unos 100 euros el dinero que se les descontaría por cada una de las tres jornadas de huelga general. Aceptando el porcentaje de seguimiento del Rectorado (un 80% de la plantilla), la UPV podría así recuperar un millón de euros con los descuentos salariales (3.360 huelguistas de los 4.200 miembros de la plantilla a razón de 300 euros cada uno).

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Los sindicatos no han aconsejado a sus afiliados cómo actuar. Marisa Celaá, de CCOO, cree que reconocer haber parado "honra a los trabajadores, pero quien no lo reconoce también está en su derecho". Efrén Pareskudinaga, de STEE, no quiere pronunciarse "porque hay muchos matices y el Rectorado tiene que resolverlo como crea conveniente".

Asistencia sin control

La mayoría de los profesores de la UPV se han mostrado críticos con el hecho de que la universidad pública carezca de mecanismos de control para fijar no sólo el número de docentes que secundan una huelga, sino para controlar el absentismo laboral, quién da clase y quién no. Los docentes apuntan a los inspectores y al vicegerente de Personal, Jesús María Lakarra, como responsables de asumir esa tarea.

Marisa Celaá, dirigente de CCOO, recalca que "en un centro se puede conocer su actividad y lo normal es controlarla". "La inspección funciona por toda la universidad. Hay figuras reconocidas como tal", agrega.

El director de una escuela universitaria propuso en el Consejo de Gobierno que los profesores "fichen, como en las empresas". "Yo no puedo ir clase por clase, y el control no debe hacerse en días puntuales, sino de manera permanente", detalló.Otro docente piensa que "no conviene" saber las horas que trabajan. "Entonces podríamos reclamar horas extra", sostiene.

Un profesor que respondió a la carta, en cambio, considera imposible el cotnrol: "No tenemos un puesto de trabajo concreto, sino mil espacios".

Las claves del paro

- Tres paros: Convocado por todos los sindicatos, el profesorado de la UPV secundó tres jornadas de huelga general: el 29 de marzo y el 15 y 16 de mayo de 2006.

- Demandas: Más complementos salariales y un aumento de sueldos desvinculados de la disponibilidad presupuestaria.

- Seguimiento: Las centrales lo cifraron las tres jornadas en el 90%. El Rectorado lo rebajó al 80%.

- Resultado: El conflicto se cerró con la firma por Educación, el Rectorado y las centrales STEE y LAB en octubre de 2006 de un decreto de complementos. El 84% del profesorado recibirán 15 millones de euros en pluses.

- Respuesta al rector: El rector, Juan Ignacio Pérez, pidió el mes pasado por carta a todos los profesores que concretasen si habían secundado la huelga para descontar estas jornadas de su sueldo. El 63,6% no ha contestado, otro 11,4% ha reconcido que se sumó a la convocatoria y el 25% restante responde que no paró.

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