Brown intenta frenar la crisis política con una solemne declaración sobre Irak

Los últimos sondeos confirman el vertiginoso ascenso de los conservadores británicos

Gordon Brown intentará hoy dar la impresión de que las tareas de Gobierno a las que ha de hacer frente son demasiado importantes como para distraer su atención con la crisis desatada por sus maniobras para convocar elecciones anticipadas y su frenazo y marcha atrás. Con ese objetivo, el primer ministro británico vestirá hoy de solemnidad una declaración en la Cámara de los Comunes sobre Irak que está prevista desde hace semanas. Pero los sondeos publicados ayer, favorables a los tories, ponen de relieve lo arriesgada que era la maniobra misma de ir hacia elecciones anticipadas.

B...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Gordon Brown intentará hoy dar la impresión de que las tareas de Gobierno a las que ha de hacer frente son demasiado importantes como para distraer su atención con la crisis desatada por sus maniobras para convocar elecciones anticipadas y su frenazo y marcha atrás. Con ese objetivo, el primer ministro británico vestirá hoy de solemnidad una declaración en la Cámara de los Comunes sobre Irak que está prevista desde hace semanas. Pero los sondeos publicados ayer, favorables a los tories, ponen de relieve lo arriesgada que era la maniobra misma de ir hacia elecciones anticipadas.

Más información

Brown descartó el sábado ir anticipadamente a las urnas (se especulaba con noviembre, incluso) tras conocer los últimos sondeos. El de ICM para el semanario News of the World otorga a los conservadores una ventaja de seis puntos frente a los laboristas en las 83 circunscripciones más reñidas. Eso implicaría que los laboristas perderían la mayoría absoluta al caer, según las proyecciones nacionales, de 353 diputados a 306 y que los tories subirían de 195 a 246 escaños. Con esas cifras, los laboristas habrían tenido que pactar con los liberales-demócratas para gobernar. Un absoluto desastre para Gordon Brown.

En el sondeo de YouGov para The Sunday Times los tories sacan tres puntos de ventaja (41 a 38) y en el de BPIX para The Mail on Sunday están un punto por delante (39 a 38). Es la primera vez que tienen ventaja en los sondeos desde que Brown fue nombrado primer ministro, a finales de junio. Pero lo más sensacional es que los conservadores estaban hace sólo una semana hasta 11 puntos por detrás.

Las críticas se centraban ayer unánimemente en el primer ministro. Desde las filas laboristas, por haber dado una tabla de salvación a los conservadores en un momento en el que el ala derecha del partido, nerviosa por la ventaja que tenían los laboristas, empezaba a volverse contra su líder, David Cameron. Éste ha visto en la crisis una oportunidad de oro para reafirmarse y atacar. "Está tratando a los británicos como tontos", declaró ayer en el programa The Andrew Marr Show nada más ver la entrevista que Brown concedió el sábado a ese mismo programa de la BBC y emitida ayer.

El primer ministro intentó en esa aparición televisiva rechazar la acusación de que su partido ha intentado desestabilizar a los conservadores con maniobras como su viaje a Irak en plena conferencia tory. "Tenía que ir a Basora, y desde luego también a Bagdad, para ver las cosas sobre el terreno por mí mismo", se justificó, con vistas a su comparecencia de hoy en los Comunes, que él mismo anunció este verano durante un viaje a Estados Unidos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Retirada electoralista

"Si me permite decirlo, ha parecido bastante extraño que anunciara la retirada de 1.000 soldados británicos en mitad del congreso conservador", le replica el periodista. "Tengo que decir que el anuncio del lunes [por hoy] no es simplemente acerca de lo que ocurrirá en Navidad. Se trata del largo plazo y la declaración del lunes en los Comunes es bastante más completa que lo que va a ocurrir en las próximas semanas", añade, dándose importancia. "Es una declaración completa tanto sobre seguridad como sobre reconciliación política, reconstrucción económica y otros aspectos sobre cómo mejorar la seguridad de nuestras fuerzas militares y aquellos que nos ayudan sobre el terreno", añadió.

Brown intentará en los próximos días agarrarse a asuntos como Irak o la economía para enterrar la crisis. Pero en su entrevista con Andrew Marr está muy lejos de parecer convincente. Está más bien nervioso, incómodo y sin confianza en sus argumentos. "¿Admite que estas dos semanas han sido malas?", le pregunta el periodista. "Acepto que ha habido mucha especulación, pero ya sabe usted que estamos en el periodo de congresos de los partidos y eso propicia la especulación y el debate. Como le decía, tenía la obligación de considerarlo [la convocatoria o no de elecciones anticipadas]

", responde el primer ministro, evasivo.

La prensa era ayer unánime al señalar a Ed Balls y Douglas Alexander, los más íntimos y jóvenes colaboradores de Brown, como los hombres que han acabado arrastrando al primer ministro a esta crisis. Balls pasa, al menos pasaba hasta ahora, por tener uno de los cerebros mejor equipados de Westminster. Colaborador de Brown durante toda su etapa en el Tesoro, se le atribuye la estrategia diseñada para arrebatar a Tony Blair, en beneficio de Brown, el control sobre la entrada del Reino Unido en el euro. En la actualidad es el ministro responsable de la enseñanza primaria, un cargo considerado clave. Alexander nunca ha parecido tener el cerebro de Balls, pero también goza de la absoluta confianza de Brown. Escocés como él, es responsable de la maquinaria electoral laborista.

Brown (izquierda), durante su entrevista con Andrew Marr para la BBC, realizada el sábado en Downing Street.REUTERS

Archivado En