Reportaje:

La enseñanza más privada

España es uno de los tres países de Europa con más alumnos fuera del sistema público

Uno de cada tres centros de enseñanza españoles son privados o concertados. Y desde la educación infantil al bachillerato, alrededor del 30% de los padres prefieren evitar matricular a sus hijos en colegios públicos. "Un porcentaje muy elevado", destacó ayer en Madrid el secretario general de la Internacional de la Educación (organización que representa unos 30 millones de docentes en el mundo), Fred van Leeuwen, en la presentación del Barómetro de la Educación 2007. En este aspecto, España se sitúa en Europa sólo detrás de Holanda y Bélgica, con un 73,6 % y un 54,6 % de centros privado...

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Uno de cada tres centros de enseñanza españoles son privados o concertados. Y desde la educación infantil al bachillerato, alrededor del 30% de los padres prefieren evitar matricular a sus hijos en colegios públicos. "Un porcentaje muy elevado", destacó ayer en Madrid el secretario general de la Internacional de la Educación (organización que representa unos 30 millones de docentes en el mundo), Fred van Leeuwen, en la presentación del Barómetro de la Educación 2007. En este aspecto, España se sitúa en Europa sólo detrás de Holanda y Bélgica, con un 73,6 % y un 54,6 % de centros privados, respectivamente.

Dejando la valoración de este dato "a las opiniones particulares", Van Leeuwen destacó que, en contra de lo que se cree comúnmente, no se trata de una simple tendencia de un país católico con una presencia tradicional de colegios de inspiración confesional. "Hay países igualmente o más católicos, como Irlanda e Italia, con un porcentaje de escuelas privadas más bajo [el 1% y el 6 %], señaló Van Leeuwen, acompañado de los secretarios generales de la Federación de Enseñanza de CC OO y de FETE-UGT, José Campos y Carlos López Cortiñas, respectivamente.

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Lo corrobora el sociólogo Mariano Fernández Enguita. "La confesionalidad no es decisiva", explica. "Los padres prefieren los centros privados por tres razones: distinción, servicios y disciplina. Y si un tercio de la población quiere mandar a sus hijos a escuelas privadas, en mi opinión hay otro tercio que lo desearía pero, por cuestiones económicas, no puede", apunta.

Del Barómetro de la Educación, que analiza la situación y los avances de los sistemas educativos en más de 200 países, se desprende también que la mitad de los alumnos de secundaria no acaba los estudios de bachillerato o de Formación Profesional. El abandono escolar, en la franja que va de 13 a 18 años, es uno de los puntos débiles del sistema educativo español. "Se trata de un problema muy grave, ya que tan sólo el 49% de los alumnos termina secundaria", explicó Van Leeuwen. Y es que en otros países europeos, como Austria y Alemania, el índice de abandono es mucho menor, mientras que la media de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es el 32%.

Se trata de una de las consecuencias, según el secretario de la Internacional de la Educación, de las carencias de la enseñanza secundaria y de la desmoralización de los docentes (el 23% de las bajas laborales, según un estudio de los sindicatos, se deben a estrés o depresión). Indicó que las inversiones, públicas en el sector, que hoy ascienden al 4,7 % del PIB, deberían acercarse a la media de los países de la OCDE (5,8%). Para que los cerca de 500.000 profesores españoles (que este viernes celebran el Día Mundial de los Docentes) puedan "ofertar una educación de calidad". También forma parte de esa calidad, según Van Leeuwen, la introducción de la asignatura de Educación para la Ciudadanía: "Ninguna organización religiosa puede impedir que se imparta, porque es uno de los pilares democráticos, al igual que la libertad de prensa".

El barómetro subraya otros aspectos "positivos" del sistema español. Por ejemplo, el elevado porcentaje de matriculaciones en las escuelas infantiles: un 97 %, por encima de la media internacional y, por ejemplo, de Estados Unidos (45 %). España destaca también en formación universitaria. Según el barómetro, cerca del 40 % -un porcentaje incluso "excesivo"-, de la población de entre 25 y 34 tiene estudios superiores, mientras que la media de la OCDE es de el 32 %.

En una comparativa internacional, el estudio revela también que cerca de 115 millones de niños de todo el mundo no tienen todavía acceso a la educación. Además, la brecha de oportunidades educativas entre los países ricos y los pobres no sólo es todavía muy grande, sino que incluso cada vez es mayor. En los paíeses más favorecidos, el promedio de escolarización es de 15 o 16 años, mientras que en otros es sólo de cuatro. El estudio refleja además el contexto actual en el que los niños reciben educación y la difícil situación de los que están privados de ella. En España, por ejemplo, cerca del 8% de la población escolar es inmigrante. Y, en opinión de José Campos, la educación debe ser el "primer instrumento de integración de los inmigrantes".

López Cortiñas, de FETE-UGT, argumenta, por su parte, que se necesita un mayor esfuerzo presupuestario y más inversiones para facilitar la integración de los alumnos extranjeros en las escuelas. Por ejemplo, mediante la creación de nuevas aulas de enlace, tutorías de acogida, de refuerzos y, en general, de perfiles profesionales especializados en los centros.

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