Reportaje:Reformas políticas en la región andina

La sombra del presidente

Acosta, amigo y aliado de Correa, es también su alternativa

Al asambleísta Alberto Acosta es mejor no perderlo de vista, se perfila como un político que tendrá mucho que decir en la construcción del nuevo Ecuador del presidente Rafael Correa. Este quiteño nacido en 1948, cabeza de la lista 35 del Movimiento País, es respetado tanto por sus correligionarios como por sus opositores y es muy cercano, mucho más de lo que es Correa, a los movimientos sociales, en particular al indígena.

Es probable que Acosta presida la Constituyente, un puesto decisivo para marcar la tendencia del texto y que le pondrá en el candelero de la vida política ecuatoriana...

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Al asambleísta Alberto Acosta es mejor no perderlo de vista, se perfila como un político que tendrá mucho que decir en la construcción del nuevo Ecuador del presidente Rafael Correa. Este quiteño nacido en 1948, cabeza de la lista 35 del Movimiento País, es respetado tanto por sus correligionarios como por sus opositores y es muy cercano, mucho más de lo que es Correa, a los movimientos sociales, en particular al indígena.

Es probable que Acosta presida la Constituyente, un puesto decisivo para marcar la tendencia del texto y que le pondrá en el candelero de la vida política ecuatoriana. Los asambleístas del Movimiento País "no seremos aplaudidores" del presidente, dijo el viernes Acosta a la prensa extranjera. Acosta es amigo de Correa desde hace más de 10 años y fue él quien le lanzó a la arena política, presentándolo al ex presidente Alfredo Palacio en 2005 para que le diese la cartera de Economía. Sus allegados dicen que es el único que frena el ímpetu de Correa y el que puede hacerle sombra. Está igual de preparado y es más moderado y conciliador, según cercanos de ambos.

Los que le conocen dicen que está igual de preparado y que es más moderado y conciliador
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Antes de ser candidato a la Constituyente, fue ministro de Energía de enero a junio. Le bastó para dejar huella. Acosta se opuso a la explotación de los yacimientos petrolíferos del parque natural del Yasuní, uno de lugares con mayor biodiversidad del mundo. A cambio, propuso buscar un Gobierno rico o una fundación para que le pagaran a Ecuador una parte de lo que ganaría sacando el crudo. La iniciativa ya tiene el apoyo de la Iniciativa Global Clinton y ha despertado el interés de los Gobiernos escandinavos. La jugada le costó a Acosta más de un roce en el seno del Gobierno, sobre todo con el presidente de Petroecuador, Carlos Pareja, pero a cambio ganó popularidad por su compromiso con el medioambiente.

Mientras Correa estudió Economía en Bélgica y EE UU, Acosta hizo lo propio en las universidades de Colonia y Bonn. Se especializó en energía, industria y en gestión empresarial. Pertenece a una familia de banqueros, los propietarios del Banco de Pichincha, la principal entidad financiera de Ecuador, que además controla medios de comunicación enemigos del Gobierno. Acosta, la oveja negra de la familia, impulsa la regulación de la banca para impedir que expanda sus negocios hacia sectores como el de la comunicación. "Los banqueros sólo deben dedicarse a eso, a ser banqueros", ha declarado Acosta.

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Alberto Acosta (izquierda), junto a los candidatos María Paula Romo y Paco Velasco (a la derecha).EFE

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