Solbes aboga por mantener el impuesto de patrimonio en todas las comunidades

En un día de pronunciamientos políticos, el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, no quiso rehuir el debate suscitado sobre el impuesto de patrimonio. "Un mínimo para todo el territorio tiene todo el sentido del mundo", subrayó Solbes, que recordó que son las comunidades las competentes en esta materia. Las cuentas de 2008 incluyen importantes guiños al contribuyente, con una rebaja fiscal de 2.300 millones de euros adicional a la aplicada en 2007 y una congelación de los impuestos sobre tabaco, alcohol y carburantes. De esa forma, los ingresos crecerán mucho menos que otros año...

En un día de pronunciamientos políticos, el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, no quiso rehuir el debate suscitado sobre el impuesto de patrimonio. "Un mínimo para todo el territorio tiene todo el sentido del mundo", subrayó Solbes, que recordó que son las comunidades las competentes en esta materia. Las cuentas de 2008 incluyen importantes guiños al contribuyente, con una rebaja fiscal de 2.300 millones de euros adicional a la aplicada en 2007 y una congelación de los impuestos sobre tabaco, alcohol y carburantes. De esa forma, los ingresos crecerán mucho menos que otros años.

Las arcas públicas se llenarán el año próximo a un ritmo mucho más pausado que el de los últimos ejercicios. Tras un crecimiento económico que ha impulsado los recursos del Estado por encima de los dos dígitos, el Gobierno ha decidido que es hora de devolver al contribuyente parte de esos rendimientos. La rebaja del IRPF y del impuesto de sociedades aplicada este año ha causado menor impacto del esperado en las cuentas, por lo que el Ejecutivo se ha animado a una nueva reforma, más costosa que la anterior.

La principal medida es la ayuda de 2.500 euros para los nuevos nacimientos. Ese dinero se percibirá como una deducción del IRPF que supone un coste total de 1.000 millones de euros. También se computa de esa manera la desgravación al alquiler para las rentas bajas (350 millones de euros).

Además de estas medidas, el Gobierno ha decidido, por primera vez en la legislatura, ajustar los mínimos personales, familiares y la deducción por trabajo del IRPF a la inflación. Es decir, elevar un 2% esas cantidades exentas de tributación para evitar que la subida de precios erosione su poder adquisitivo. Los años anteriores se había aplicado este mecanismo sólo a la tarifa del IRPF, una opción mucho más barata para el Estado.

En 2008 se ajustarán a la inflación los dos capítulos, con un coste de 940 millones de euros. A esa rebaja fiscal se suma una congelación de los impuestos especiales (que gravan el consumo de alcohol, tabaco y carburante). Lo único que aumenta son las tasas sobre los servicios públicos, un promedio del 2%.

Con ese panorama tributario, el Gobierno prevé que los ingresos fiscales moderen su crecimiento al 5,6% respecto a 2007.