Crítica:WEEKEND DANCE

Salpicón de electrónica

Desde primera hora de la tarde, hordas de jóvenes de aspecto heterodoxo, aunque todos ellos manteniendo aún las galas veraniegas, fueron emergiendo desde la boca del metro hasta un recinto público, que hoy por hoy es uno de los pocos espacios públicos al aire libre de toda la capital en los que se puede disfrutar de música en vivo. En este caso convertido en una gigante discoteca, el parque alojó desde las cinco de la tarde a importantes nombres en el campo de los platos y la música hecha con máquinas. Por ejemplo, el español Wally López, con su hedonista house mediterráneo propio de la...

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Desde primera hora de la tarde, hordas de jóvenes de aspecto heterodoxo, aunque todos ellos manteniendo aún las galas veraniegas, fueron emergiendo desde la boca del metro hasta un recinto público, que hoy por hoy es uno de los pocos espacios públicos al aire libre de toda la capital en los que se puede disfrutar de música en vivo. En este caso convertido en una gigante discoteca, el parque alojó desde las cinco de la tarde a importantes nombres en el campo de los platos y la música hecha con máquinas. Por ejemplo, el español Wally López, con su hedonista house mediterráneo propio de la isla de Ibiza. O el argentino Hernán Cattaneo, con su house de carácter internacional, aunque sin prescindir del toque original de su país. O la figura de Miami Cedric Gervais. Todos ellos hicieron de introductores de lujo, mientras decaía y se iba apagando la luz solar, para la irrupción en los platos de uno de los dúos más esperados de la noche: Deep Dish. Formado por Alí Dubfire Shirazinia y Sharam Tayebi, se ha convertido en referencia de un deep house progressive que suena clásico y elegante a la vez.

Tras ellos, otro dúo, los alemanes Digitalism, demostró cómo la música electrónica encuentra salidas lógicas cuando adopta la estructura tradicional de la canción pop. No es que esta versión actualizada de Daft Punk construya estribillos para fiestas de pueblo, pero sí da la sensación de que sus temas abandonan la longitud abstracta del house y casi se presentan en partes bien diferenciadas. Otro nombre importante y que también exploran la electrónica en esa dirección fueron Radio Soulwax, quienes ofrecieron su actuación en dos segmentos diferenciados. Uno instrumental, con los hermanos Dewaele cruzando sus instrumentos con samples y bases y logrando lo que parecen combinaciones musicales imposibles. Otro al mando de sus platos y bajo la identidad de 2many DJ's, todo un clásico del entretenimiento.

A eso de las doce de la noche y con el respetable animado y sacándole partido a los 49 y 55 euros de la entrada, llegó la intrigante música de los promotores del trip hop, Massive Attack, quienes acudieron en formación de cuarteto y vestidos elegantemente de negro. La banda liderada por Robert 3D Del Naja ofreció una poderosa actuación en la que los sonidos hipnóticos, lentos y provistos de grandes texturas sonoras se ganaron la atención de un público al que no le importó dejar de pegar botes para entrar de lleno y de inmediato en el trance musical propuesto por la banda. La voz de Del Naja sonó especialmente brillante en la ejecución del tema Teardrop, quizá la canción más conocida y celebrada de estos francotiradores de la música tecnológica. Tras ellos, la fiesta continuó retomando el ritmo vertiginoso con las actuaciones de otras dos formaciones con tremendo peso en el cartel: Faithless y Vitalic Live, hasta concluir en la claridad de un nuevo día cuya luz se encendió a los sones de los platos del dj Carl Craig.

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