Cabrera considera "absentismo" faltar a clase de Ciudadanía

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, aseguró ayer que la inasistencia a la clase de Educación para la Ciudadanía será considerada "absentismo" y adelantó que "es muy cuestionable la posibilidad de objeción de conciencia (a la enseñanza de dicha asignatura), desde el punto de vista jurídico". Cabrera aclaró a los detractores de la asignatura que "no nos la hemos inventado porque existe en otros países".

La ministra de Educación aclaró que la asignatura de Educación para la Ciudadanía es "como otra cualquiera, obligatoria e igualmente importante". "Es irresponsable llamar a la obje...

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, aseguró ayer que la inasistencia a la clase de Educación para la Ciudadanía será considerada "absentismo" y adelantó que "es muy cuestionable la posibilidad de objeción de conciencia (a la enseñanza de dicha asignatura), desde el punto de vista jurídico". Cabrera aclaró a los detractores de la asignatura que "no nos la hemos inventado porque existe en otros países".

La ministra de Educación aclaró que la asignatura de Educación para la Ciudadanía es "como otra cualquiera, obligatoria e igualmente importante". "Es irresponsable llamar a la objeción de conciencia sin informar al mismo tiempo de esto (de sus consecuencias)", añadió la ministra.

El Gobierno calentó ayer motores sobre la asignatura Educación para la Ciudadanía, que se plantea como uno de los debates sociales y políticos más importantes del inicio de curso, por la objeción a la misma procedente de medios religiosos. Por ello, tras el Consejo de Ministros, no sólo entró en la materia la ministra de Educación sino que dió paso a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

La vicepresidenta primera delGobierno precisó, siguiendo la reflexión de la ministra de Educación, que la asignatura Educación para la Ciudadanía ya se imparte en 19 países europeos y que, de ese modo, "se forman personas más libres, con más capacidad crítica, además de mejores ciudadanos". Y por ello, exigió que "ninguna ideología, ninguna creencia religiosa, ningún grupo debería oponerse a la enseñanza de valores democráticos".

Explicó que la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía ayudará a las generaciones futuras "no sólo a que vivan en democracia sino a que faciliten la mejora de esa democracia". "Se trata de formar a los jóvenes para que sean ciudadanos críticos y activos, conscientes de sus derechos y obligaciones".

Precisó, también, que la asignatura responde a la prevención desde las aulas de problemas sociales como la violencia de género y los riesgos de las drogas, y al fomento de la igualdad entre hombres y mujeres y el cuidado del medio ambiente. "Todo eso y mucho más es la Educación para la Ciudadanía".

Respecto a la disparidad de textos, la ministra de Educación advirtió de que no existe control previo y que las editoriales toman decisiones "libérrimas" para elaborarlos, siempre teniendo en cuenta los contenidos establecidos legalmente". "Puede haber llamadas a la inspección educativa si hay claramente un incumplimiento o una tergiversación o un texto que va en contra de los contenidos básicos de ésta y otra asignatura", señaló.

Pero, según la ministra, la formación de niños y jóvenes como ciudadanos en una democracia es imprescindible y el sistema educativo y las familias nos lo piden de forma insistente.