Apuesta por la estética
Entroncados en este siglo XXI con la tradicional psicodelia barcelonesa de los sesenta -Pau Riba, Oriol Tranvía, el Sisa más eléctrico-, el trío Sidonie, compuesto por el batería Axel Pi, el bajista Jesús Senra y el guitarrista y cantante Marc Ros, presentó los temas de su nuevo disco, Costa Azul, en el que los guiños sixties y alucinados o surrealistas han dado paso a una visión más setentera, ortodoxa y melódica. También más madurada y previsible de lo que fue su anterior y extraordinario disco, Fascinado, uno de los mejores álbumes de rock en castellano.
El grupo...
Entroncados en este siglo XXI con la tradicional psicodelia barcelonesa de los sesenta -Pau Riba, Oriol Tranvía, el Sisa más eléctrico-, el trío Sidonie, compuesto por el batería Axel Pi, el bajista Jesús Senra y el guitarrista y cantante Marc Ros, presentó los temas de su nuevo disco, Costa Azul, en el que los guiños sixties y alucinados o surrealistas han dado paso a una visión más setentera, ortodoxa y melódica. También más madurada y previsible de lo que fue su anterior y extraordinario disco, Fascinado, uno de los mejores álbumes de rock en castellano.
El grupo mostró en escena que su momento interpretativo raya a gran altura y que en lo musical parece haber dicho adiós a Syd Barret y hola a Lou Reed, vía Bowie, como reveló su potente versión del tema White light, white heat -"volverán los buenos tiempos otra vez", que cantaba La Frontera-.
Sidonie
Sala Copérnico. Madrid, 21 de junio.
En cuanto a los temas nuevos, el ambiente turbiamente lúcido y teñido de elegancia de dandi decadente puebla ahora sus letras y las músicas, que esta vez poseen menos estribillos susceptibles de ser retenidos, apuestan por melodías más completas y arreglos francamente meritorios.
¿El grupo ha salido ganando con los cambios? Es complicado de adivinar, aunque parecen seguir caminos paralelos a los de compañeros de su generación -Deluxe-, hacer más hincapié en el concepto, en la apuesta estética, que en lo que tradicionalmente resulta la esencia que permanece de los ídolos del rock de siempre: la búsqueda incansable de la canción definitiva que permanezca en el tiempo y que obliga al oyente a marcharse tarareándola a su casa, después de oírla en directo.
De cualquier modo, en el concierto de Sidonie que es motivo de esta crónica dio a los asistentes oportunidad de disfrutar en vivo de buenas canciones como Dandy del extrarradio o Costa Azul, de entre las nuevas, y On the sofa, Fascinado y la siempre impresionante Bohème, entre el material más antiguo. Elegantes y simpáticos, los Sidonie son un valor seguro del rock patrio.