Cataluña tras el 27-M

Coletazos electorales

Los comicios del domingo suponen un cambio del paisaje político en algunos municipios catalanes

Los resultados de las elecciones municipales del 27 de mayo no depararon grandes sorpresas. Pero los pactos poselectorales quizá configuren un mapa político en Cataluña distinto al de 2003. Si las tres formaciones de izquierda optan por extender los tripartitos en el territorio, Convergència i Unió quedará apeada de algunos municipios y consejos comarcales, además de la Diputación de Lleida.

En Barcelona, el PSC logró otra enésima victoria, a costa de sufrir una ligera erosión junto a sus socios de Iniciativa y Esquerra Republicana, que quiere desvincularse del tripartito municipal. El...

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Los resultados de las elecciones municipales del 27 de mayo no depararon grandes sorpresas. Pero los pactos poselectorales quizá configuren un mapa político en Cataluña distinto al de 2003. Si las tres formaciones de izquierda optan por extender los tripartitos en el territorio, Convergència i Unió quedará apeada de algunos municipios y consejos comarcales, además de la Diputación de Lleida.

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En Barcelona, el PSC logró otra enésima victoria, a costa de sufrir una ligera erosión junto a sus socios de Iniciativa y Esquerra Republicana, que quiere desvincularse del tripartito municipal. El convergente Xavier Trias, pese a las encuestas que pronosticaban su estancamiento, incrementó su representación en tres concejales. CiU considera que esos sondeos le perjudicaron y desmovilizaron a sus votantes, que parecen haber asumido que los socialistas en el Ayuntamiento son un elemento más del paisaje barcelonés.

Esquerra Republicana, por su parte, ha sufrido un cierto desgaste. En algunos municipios las independentistas Coordinadoras de Unidad Popular (CUP) le han arrebatado una gran bolsa de votos. En Vic, por ejemplo, la mitad. De ahí que los dirigentes republicanos anuncien ahora un giro catalanista tanto en los gobiernos municipales como en el de la Generalitat.

En Lleida, una ciudadana belga ostentará la alcaldía de Alfés, un pequeño municipio a 10 kilómetros de la capital. Otra población, Gimenells, tendrá el único alcalde de Ciutadans. Y los alcaldes que optaron por presentarse por otra candidatura distinta a la de 2003 han obtenido éxitos contudentes, como los de la Vall de Boí, Ladorre o Sant Esteve de la Sarga. Lluís Caldentey ocupará una de las pocas alcaldías del PP, la de Pontons, después de haber declarado que la homosexualidad era una tara. Son los coletazos de un domingo electoral.

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