Cita anual de los empresarios en Sitges

Mas fija las condiciones de CiU para entrar en el Gobierno central

El líder convergente debía reunirse este mes con Duran Lleida para pactar los criterios

No esperó a acordarlo con su socio Josep Antoni Duran Lleida. El presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, expuso ayer ante una nutrida representación empresarial las cuatro condiciones que piensa poner al PSOE o al PP para alcanzar cualquier pacto tras las elecciones generales. Los nacionalistas, aseguró, exigirán incentivos a la economía de mercado, políticas de apoyo a la familia, respeto escrupuloso a los principios del Estatuto y un "compromiso explícito" de que los dos grandes partidos nacionales no se aliarán para cerrar el proceso de descentralización autonómica.

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No esperó a acordarlo con su socio Josep Antoni Duran Lleida. El presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, expuso ayer ante una nutrida representación empresarial las cuatro condiciones que piensa poner al PSOE o al PP para alcanzar cualquier pacto tras las elecciones generales. Los nacionalistas, aseguró, exigirán incentivos a la economía de mercado, políticas de apoyo a la familia, respeto escrupuloso a los principios del Estatuto y un "compromiso explícito" de que los dos grandes partidos nacionales no se aliarán para cerrar el proceso de descentralización autonómica.

Mas intentó evitar mayores polémicas con su socio de federación y candidato de CiU para las elecciones generales, con quien debe reunirse este mes para fijar casualmente estos criterios. Por eso eludió concretar si estas condiciones sirven igual para apoyar a un Gobierno desde el Congreso o bien para integrarse en el Ejecutivo, como defiende Josep Antoni Duran. Pero sus palabras dejaron pocas dudas entre el auditorio. Dijo que su aspiración es lograr un "papel de árbitro" en la política española y aseguró tener una firme "voluntad de implicación" en la política del Gobierno, "a fondo si hace falta".

El desarrollo del Estatuto y el respeto al autogobierno fueron los condicionantes que mejor detalló. Mas ya se teme lo peor ante el examen del Tribunal Constitucional al Estatuto. Por eso reiteró que no entregará sus votos a un Gobierno que no se comprometa a dar cumplimiento "íntegro" al Estatuto diga lo que diga el Alto Tribunal. "Hay mecanismos constitucionales para cumplir lo que se ha establecido", dijo el líder nacionalista refiriéndose a traspasos de competencias, acuerdos de financiación o pactos para aumentar las inversiones del Estado en Cataluña. Todo ello se podría hacer, recordó Mas, con o sin Estatuto.

Menos concreto pero igual de contundente se mostró al hablar de lo que él llamó temor a una "agresión constitucional". Mas ve "posible, aunque no probable" que PSOE y PP acuerden algún día dar por cerrado el proceso de desarrollo del Estado de las Autonomías y pongan punto final a traspasos y descentralización de competencias. "Han tenido algunas tentaciones de hacerlo", recordó, sin concretar.

Para evitar que estos malos pensamientos vuelvan a repetirse, Mas se lo planteará directamente al PSOE y al PP. "Pediremos un compromiso explícito", dijo sin especificar cómo será.

Nueva ley electoral

Artur Mas cree haber dado con la fórmula para luchar contra la abstención electoral. Y se la piensa contar al presidente de la Generalitat, José Montilla, en la reunión que mantendrán el próximo martes para hablar, entre otros aspectos, de los pactos nacionales que Gobierno y oposición quieren alcanzar en inmigración, vivienda, investigación e infraestructuras. El presidente de Convergència i Unió avanzó ayer que su propuesta se basa en "acelerar la reforma del sistema electoral" al tiempo que criticaba a Montilla por haber dicho que si hay abstención es porque los ciudadanos se sienten satisfechos con la situación política. El jefe de la oposición no dio más detalles sobre su propuesta, pero si su proposición es aceptable para los grupos del tripartito podría desencallarse la redacción de la ley electoral catalana, una asignatura pendiente desde 1979. De comenzarse a tramitar la ley, CiU podría ganar mucho protagonismo en el Parlament, pues en cumplimiento del nuevo Estatuto son necesarios los votos de dos tercios de la Cámara para aprobar el texto.

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