El ex comisario detenido queda en libertad tras pagar 500.000 euros de fianza

Menos de 24 horas han bastado al último imputado en el caso Malaya para reunir los 500.000 euros de fianza que el juez Miguel Ángel Torres le impuso como fianza para recobrar la libertad. El ex comisario del Cuerpo de Policía Nacional Florencio San Agapito quedó ayer libre tras depositar esta cantidad en efectivo en el juzgado. Según fuentes judiciales el pago se hizo efectivo sobre las 13.00 y San Agapito abandonó de forma inmediata abandonó las dependencias policiales en las que pasó la noche del martes.

El magistrado imputa a San Agapito, de 64 años y en la actualidad encarga...

Menos de 24 horas han bastado al último imputado en el caso Malaya para reunir los 500.000 euros de fianza que el juez Miguel Ángel Torres le impuso como fianza para recobrar la libertad. El ex comisario del Cuerpo de Policía Nacional Florencio San Agapito quedó ayer libre tras depositar esta cantidad en efectivo en el juzgado. Según fuentes judiciales el pago se hizo efectivo sobre las 13.00 y San Agapito abandonó de forma inmediata abandonó las dependencias policiales en las que pasó la noche del martes.

El magistrado imputa a San Agapito, de 64 años y en la actualidad encargado de la seguridad corporativa de Telefónica, cuatro delitos: blanqueo de capitales, cohecho, fraude y contra la ordenación del territorio.

La policía lo detuvo el lunes en Madrid y fue interrogado al día siguiente por el instructor en los juzgados de Marbella. Según la defensa, durante su declaración, que duró dos horas aproximadamente, el juez se interesó por su relación con Pedro Román, teniente de alcalde de Marbella en tiempos de Jesús Gil, y por la sociedad Yambali 2000 S.L., propiedad del constructor granadino José Ávila Rojas, detenido el pasado verano por este mismo caso y que obtuvo la libertad tras pagar otros 500.000 euros de fianza.

Los investigadores relacionan a San Agapito con el entramado societario que Juan Antonio Roca, el principal imputado en el caso Malaya, tejió en el extranjero para blanquear dinero y con el abogado de origen alemán Juan Germán Hoffmann, considerado por el juez testaferro de Roca en paraísos fiscales.