La Acadèmia ayuda a los editores para ir a la Feria de Francfort
La literatura catalana es la invitada en la cita más importante del libro del mundo
El pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) aprobó ayer conceder una ayuda de 30.000 euros a la Associació d'Editors del País Valencià para que participe en la próxima Feria del Libro de Francfort, que tendrá lugar en el mes de octubre. Esta cita anual, la más importante del mundo del libro, tendrá este año como invitado a la cultura catalana, con especial atención a la literatura escrita en catalán.
El pleno acordó destinar 30.000 euros a los editores "con el fin de reforzar la internacionalización del libro y la cultura valenciana en la próxima Feria de Francfort", según la...
El pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) aprobó ayer conceder una ayuda de 30.000 euros a la Associació d'Editors del País Valencià para que participe en la próxima Feria del Libro de Francfort, que tendrá lugar en el mes de octubre. Esta cita anual, la más importante del mundo del libro, tendrá este año como invitado a la cultura catalana, con especial atención a la literatura escrita en catalán.
El pleno acordó destinar 30.000 euros a los editores "con el fin de reforzar la internacionalización del libro y la cultura valenciana en la próxima Feria de Francfort", según la nota de prensa de la Acadèmia. Es la primera vez que la asociación de editores solicita una ayuda de la institución para asistir al encuentro alemán, que se celebrará del 10 al 14 de octubre. La asociación desvincula su petición a los actos programados por la Generalitat catalana, a través del Institut Ramon Llull, si bien recuerda que este año "la lengua compartida" con los catalanes será protagonista especial en la feria.
El pleno de la Academia aprobó por unanimidad una declaración institucional con motivo del 300 aniversario de la Batalla de Almansa, en la que insta a la Generalitat y a Les Corts a llevar a término "todas las posibilidades de promoción de la lengua". La declaración institucional destaca la "trascendencia negativa que para el pueblo valenciano tuvo la Batalla de Almansa y el posterior Decreto de Nueva Planta, en la medida que comportó la supresión de las instituciones propias y el uso oficial del valenciano".
También hace un llamamiento a todas las instituciones y a la sociedad para que "se comprometan, de manera conjunta y con voluntad firme y decidida, a potenciar el uso del valenciano como lengua propia, como vehículo habitual de comunicación y cultura, y como instrumento de convivencia".