El Gobierno palestino pide a la UE 1.000 millones para evitar "una crisis devastadora"
El Gobierno palestino llamó ayer a las puertas de Bruselas en busca de ayuda económica y se encontró con una UE todavía reticente a canalizar grandes sumas a través de un Gobierno en el que participa Hamás, organización terrorista a ojos de los Veintisiete. El ministro palestino de Finanzas, el independiente Salam Fayyad, viajó hasta Bruselas, donde pidió 1.000 millones de euros para aliviar "la grave crisis financiera" que atraviesan los territorios palestinos.
El Gobierno palestino llamó ayer a las puertas de Bruselas en busca de ayuda económica y se encontró con una UE todavía retice...
El Gobierno palestino llamó ayer a las puertas de Bruselas en busca de ayuda económica y se encontró con una UE todavía reticente a canalizar grandes sumas a través de un Gobierno en el que participa Hamás, organización terrorista a ojos de los Veintisiete. El ministro palestino de Finanzas, el independiente Salam Fayyad, viajó hasta Bruselas, donde pidió 1.000 millones de euros para aliviar "la grave crisis financiera" que atraviesan los territorios palestinos.
El Gobierno palestino llamó ayer a las puertas de Bruselas en busca de ayuda económica y se encontró con una UE todavía reticente a canalizar grandes sumas a través de un Gobierno en el que participa Hamás, organización terrorista a ojos de los Veintisiete. El ministro palestino de Finanzas, el independiente Salam Fayyad, viajó hasta Bruselas, donde pidió 1.000 millones de euros para aliviar "la grave crisis financiera" que atraviesan los territorios palestinos.
Fayyad, que se reunió con la comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero- Waldner, y con el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, es el primer miembro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que pone el pie en Bruselas, desde que la UE decidiera boicotear al Gobierno de Hamás hasta que reconozca al Estado de Israel y renuncie a la violencia. Son las mismas condiciones que exige el llamado Cuarteto -EE UU, Rusia y Naciones Unidas además de la UE- para reanudar el flujo de ayuda al Ejecutivo palestino que dirige el primer ministro, Ismail Haniya.
Según explicó Fayyad a los periodistas en Bruselas, la ANP dispone sólo de un cuarto de los fondos necesarios para que la población palestina pueda subsistir, pero dejó claro que compete también a los países árabes ayudar a los palestinos. "No aspiramos a ser un país mendigo", dijo, pero estimó que "son tiempos muy críticos para el pueblo palestino" y que la falta de ayuda de la comunidad internacional podría tener efectos devastadores. Y recordó Fayyad el compromiso de su Gobierno de respetar cualquier acuerdo de paz con Israel.
La comisaria Ferrero-Waldner se comprometió a prestar "ayuda técnica" y a "intensificar los contactos" con el Gobierno palestino, pero advirtió que el compromiso europeo con los palestinos dependerá de las acciones y las palabras de su Gobierno. En cualquier caso, indicó que la normalización de las relaciones con el Ejecutivo palestino no sucederá "de la noche a la mañana".
La UE ha sido el mayor donante a los palestinos en la pasada década. Sólo durante la primera mitad del año pasado, los Veintisiete hicieron llegar 250 millones de euros a la población palestina; eso sí, sin pasar por las manos de los islamistas de Hamás.