Crisis industrial

Delphi sólo garantiza los sueldos hasta abril y advierte de que cerrará cuando no haya pedidos

La empresa insiste en que el cierre es inevitable por las pérdidas acumuladas y la crisis del sector

Delphi Automotive Systems España, SL, (DASE) garantizó ayer las nóminas de marzo y abril y también se comprometió a mantener la producción "mientras haya requerimiento de pedidos". Sin embargo, advirtió de que la búsqueda de una solución es urgente "en vista de que los limitados recursos [de la factoría de Puerto Real] están reduciéndose rápidamente". La dirección se reunió ayer por primera vez con los trabajadores y los representantes de la Junta de Andalucía, a quienes ratificó el cierre de la planta andaluza por las pérdidas acumuladas y la crisis del sector.

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Delphi Automotive Systems España, SL, (DASE) garantizó ayer las nóminas de marzo y abril y también se comprometió a mantener la producción "mientras haya requerimiento de pedidos". Sin embargo, advirtió de que la búsqueda de una solución es urgente "en vista de que los limitados recursos [de la factoría de Puerto Real] están reduciéndose rápidamente". La dirección se reunió ayer por primera vez con los trabajadores y los representantes de la Junta de Andalucía, a quienes ratificó el cierre de la planta andaluza por las pérdidas acumuladas y la crisis del sector.

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Durante el desarrollo del encuentro con el Gobierno andaluz y los representantes sindicales en un hotel de Puerto Real, la empresa entregó un extenso informe con los argumentos que le llevaron el pasado 22 de febrero a anunciar el cierre de su factoría en Puerto Real (Cádiz), donde trabajan 1.600 operarios.

La empresa insiste en ese documento en las razones aducidas aquel día, fundamentalmente, la pérdida de 150 millones de euros en la fábrica gaditana durante los últimos cinco años y los problemas económicos que sufren los proveedores internacionales, que son clientes de la factoría. "La planta de Puerto Real, además de sufrir altos costes, es incapaz de atraer nuevos contratos de manera competitiva", explicó la compañía en una nota enviada tras la reunión. En ese comunicado, la empresa introduce un elemento de presión: la escasez de tiempo antes de que se agoten los recursos, por lo que apremia a nuevas reuniones.

A las pérdidas económicas propias y la crisis de los proveedores, la compañía suma otra causa para el cierre: la decisión de la dirección estadounidense, de la que depende de Puerto Real, que ha comunicado que "no puede proveer más apoyo financiero para las actividades de DASE".

Los productos fabricados en la factoría de Puerto Real (direcciones, suspensiones y rodamientos) han sido calificados como "no esenciales" por la compañía matriz, que ha ordenado la finalización de inversiones en las líneas de negocio que en la actualidad no sean rentables. Este mandato está recogido en el Capítulo 11 del plan de reestructuración de la compañía en Estados Unidos.

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En la mesa de ayer ejerció de portavoz de la empresa el director de la fábrica de Puerto Real, Gonzalo Herrera, quien estuvo acompañado por los abogados y consultores del despacho Garrigues que están asesorando jurídicamente a Delphi en España. Acudieron dos representantes de la Junta de Andalucía, entre ellos el delegado de Empleo, Juan Bouza, y representantes de los sindicatos CC.OO., UGT, CGT y USO.

Antes de conocer la nota de Delphi, justo a la salida del encuentro, Juan Bouza, explicó que esta "primera toma de contacto" ha servido para "encauzar el conflicto". En su opinión, "es muy importante que los representantes se hayan sentado en una mesa de diálogo de debate sincero, respetuoso, sosegado y tranquilo". El delegado de Empleo aseguró que la empresa no habló ni de cierre ni de indemnizaciones en las dos horas que duró el encuentro, sino que se limitó a aportar datos económicos.

El representante autonómico que la Junta de Andalucía exigirá en la resolución del conflicto laboral el cumplimiento estricto de la legislación española por parte de la empresa y el mantenimiento de la actividad industrial y los puestos de trabajo, aunque no precisó las alternativas que se están planteando para hacer realidad ese reto.

Más explícitos fueron los trabajadores. El presidente del comité, Antonio Pina, de CC OO, reconoció ayer como una posible salida la adquisición de la fábrica por otra compañía. "Ojalá así fuera. Estamos dispuestos si se mantienen la actividad y los empleos", aseguró.

Según Pina, Delphi sostiene que la producción está emigrando a países asiáticos, Polonia y Rusia. "La solución a este conflicto tiene que ser política", concluyó ayer el representante sindical.

A partir de ahora, los técnicos de la Delegación de Empleo y el comité de empresa analizarán la documentación entregada, que será respondida en una próxima reunión que se celebrará el próximo lunes, si las partes han concluido el estudio de los datos aportados ayer por Delphi.

Familiares de los trabajadores de Delphi marcharon ayer hasta el hotel donde se reunieron empresa, empleados y Junta de Andalucía.JARO MUÑOZ

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