Descubierta una colonia de centenares de cachalotes en las costas de Sicilia

En el Mediterráneo, a lo largo de las costas de Sicilia, existe una gran colonia de cachalotes, esas enormes ballenas de cabeza cuadrada que están consideradas en peligro de extinción y que hasta ayer se pensaba que prácticamente habían desaparecido de este mar. Sin embargo, centenares de ellos fueron descubiertos por casualidad por los científicos que están preparando un detector submarino de neutrinos, partículas elementales que apenas interaccionan con la materia, denominado Nemo.

Los biólogos marinos han considerado una "gran noticia" este descubrimiento, ya que hasta ahora sólo se ...

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En el Mediterráneo, a lo largo de las costas de Sicilia, existe una gran colonia de cachalotes, esas enormes ballenas de cabeza cuadrada que están consideradas en peligro de extinción y que hasta ayer se pensaba que prácticamente habían desaparecido de este mar. Sin embargo, centenares de ellos fueron descubiertos por casualidad por los científicos que están preparando un detector submarino de neutrinos, partículas elementales que apenas interaccionan con la materia, denominado Nemo.

Los biólogos marinos han considerado una "gran noticia" este descubrimiento, ya que hasta ahora sólo se habían contabilizado unas decenas de estos cetáceos. Gracias a Nemo se ha detectado una población por lo menos 10 veces superior a lo que se pensaba. Un sensor acústico instalado como complemento del futuro detector de neutrinos, a 2.000 metros de profundidad a 20 kilómetros de las costas sicilianas, registró los sonidos que los cachalotes emiten. El Centro de Bioacústica e Investigación Ambiental de la Universidad de Pavia estudió los sonidos y calculó que en la zona vive un centenar de cachalotes. Los cetáceos han sido detectados a más de mil metros de profundidad, donde se sumergen para capturar a los calamares gigantes que son la base de su alimentación.

"Según los sonidos registrados, hemos observado que algunos cachalotes estaban sólo de paso, otros dialogaban entre ellos y que por la zona pasaban una media de tres a cinco ejemplares cada dos días", explicó Gianni Pavan, biólogo de la Universidad de Pavía, al diario La Repubblica.

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