"La participación futura está asegurada"
La participación ciudadana ha estado presente en la reforma del Estatuto desde el principio de su gestación. Si bien, en el Estatuto del 80 y en todo lo que antecedió al referéndum, el papel de las asociaciones vecinales estuvo en las convocatorias de la calle y, por tanto, en las movilizaciones.
En este proceso hemos tenido la posibilidad de estar trabajando desde dentro. No sólo las asociaciones vecinales, sino todo el entramado representativo de la sociedad civil. Así, podemos afirmar que la elaboración de este Estatuto ha sido el mayor proceso de participación ciudadana que se ha da...
La participación ciudadana ha estado presente en la reforma del Estatuto desde el principio de su gestación. Si bien, en el Estatuto del 80 y en todo lo que antecedió al referéndum, el papel de las asociaciones vecinales estuvo en las convocatorias de la calle y, por tanto, en las movilizaciones.
En este proceso hemos tenido la posibilidad de estar trabajando desde dentro. No sólo las asociaciones vecinales, sino todo el entramado representativo de la sociedad civil. Así, podemos afirmar que la elaboración de este Estatuto ha sido el mayor proceso de participación ciudadana que se ha dado en la Andalucía democrática. Como consecuencia de ello, no sólo en este artículo 30 se hace referencia a la participación ciudadana, sino que el texto está jalonado de alusiones a la participación. Incluso, se llega en algún apartado más allá del hasta ahora más representativo de los estatutos: el catalán.
La poco habitual alianza que se ha dado entre la clase política, las organizaciones sociales, ciudadanas, empresariales y de todo tipo, ha sido, sin duda alguna, reflejo de la madurez de todos y cada uno de los actores que de una forma u otra representamos a la sociedad andaluza. Ésta ha dado sus frutos y esa complicidad ha preñado de futuro participativo la Andalucía del siglo XXI.
El vecindario andaluz tiene el 18 F una nueva oportunidad histórica para seguir demostrando que deseamos seguir avanzado, que somos un pueblo maduro, que nuestro deseo de nuevas conquistas socio-políticas son tan serias como reales, lejos, muy lejos, de la Andalucía de pandereta que muchos pretenden seguir vendiendo.
Por eso, necesitamos un último empujón y estoy convencido que la Andalucía del pueblo llenará de votos las urnas, dando un paso más en el camino que iniciamos el 28 de febrero de 1980.
Artículo 30
Participación política.
Los andaluces y andaluzas tienen el derecho a participar activamente en la vida pública andaluza para lo cual se establecerán los mecanismos necesarios de información, comunicación y recepción de propuestas.