Los médicos de cabecera pierden el 40% de su jornada laboral por el papeleo

Sanidade negocia medidas con los facultativos para reducir la burocracia en el Sergas

La Consellería de Sanidade y los colectivos médicos se han propuesto desenredar la maraña burocrática en la que está atrapada la sanidad gallega. La Administración y los facultativos llevan desde noviembre negociando medidas para evitar que los profesionales de cabecera, la puerta por la que más pacientes entran en el sistema, pierdan su valioso tiempo por culpa del papeleo. Los datos que manejan los participantes en el proceso revelan que un galeno de atención primaria dedica en Galicia entre el 30% y el 40% de su jornada laboral a cumplimentar trámites.

Tres mesas integradas por repre...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Consellería de Sanidade y los colectivos médicos se han propuesto desenredar la maraña burocrática en la que está atrapada la sanidad gallega. La Administración y los facultativos llevan desde noviembre negociando medidas para evitar que los profesionales de cabecera, la puerta por la que más pacientes entran en el sistema, pierdan su valioso tiempo por culpa del papeleo. Los datos que manejan los participantes en el proceso revelan que un galeno de atención primaria dedica en Galicia entre el 30% y el 40% de su jornada laboral a cumplimentar trámites.

Tres mesas integradas por representantes de Sanidade y de agrupaciones médicas buscan soluciones para reducir la burocracia y mejorar el servicio. Tras dos meses de trabajo, los portavoces de los profesionales y la consellería se reunirán este mes para decidir qué propuestas son viables y cómo se ejecutarán. "Si esto llega a buen puerto sería la primera vez que una gran reforma de la sanidad vendría de la mano y con la colaboración de los profesionales", señala Manuel Martín, coordinador de la Plataforma Diez Minutos, que agrupa, entre otros colectivos, a la Asociación Gallega por la Defensa de la Sanidad Pública, la Asociación Gallega de Medicina Familiar, y los sindicatos Comisións Obreiras, CIG y UGT.

Según las normas que rigen la negociación, cada uno de los acuerdos tomados debe ir acompañado de una memoria económica, un calendario de aplicación y un informe sobre las trabas legales que habrá que salvar. Estas son algunas de las medidas que se negocian y que, según los colectivos médicos, podrían suponer una revolución en el funcionamiento de la sanidad pública gallega.

RECETAS

Los médicos de cabecera pierden un 40% de su tiempo en papeleos y las recetas tienen la mayor parte de la culpa. Actualmente, los facultativos rellenan una prescripción por cada medicamento y pueden pasarse toda la vida de un paciente crónico renovándole la medicación. Esta pérdida de tiempo se debe a que en Galicia no se ha generalizado aún la receta electrónica, que ya se usa en otros países.

Las prescripciones informatizadas recogen la lista de medicinas que debe tomar un enfermo y durante cuánto tiempo tiene que hacerlo. Con este documento, el farmacéutico posee toda la información necesaria para que el usuario no tenga que volver al médico a buscar más recetas. El resultado son menos citas, menos esperas y menos papeleo para el profesional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La reforma del modelo de receta no depende de la Xunta. Las mesas de negociación han acordado proponerle a la consellería que le pida al Ministerio de Sanidad que extienda las prescripciones electrónicas, pero sin quedarse de brazos cruzados mientras tanto. Hasta que el Gobierno central no actúe, el Sergas podría encargarle este trabajo al personal administrativo, que lo realizaría, señala la Plataforma Diez Minutos, bajo la supervisión del médico.

CERTIFICADOS MÉDICOS

Los documentos que certifican su estado de salud le son requeridos al ciudadano en múltitud de ocasiones a lo largo de su vida por parte de las administraciones. Para conseguirlo, el contribuyente debe pedir cita a su médico de cabecera y pedirle que se lo cumplimente. Más tiempo perdido.

Los colectivos implicados en la negociación con Sanidade buscan fórmulas para que ese certificado esté archivado en algún lugar común donde pueda ser consultado por las administraciones sin necesidad de cargar de trabajo a los profesionales de la sanidad pública.

BAJAS LABORALES

La renovación semanal de las bajas laborales es otro de los trámites que ocupan buena parte del tiempo que los médicos de atención primaria tendrían que dedicar a diagnosticar y curar. Resolver el problema supera las competencias de la Xunta y la consellería debe solicitar la modificación al Gobierno central. Mientras tanto, insisten los médicos, debe ser el personal administrativo del Sergas el que colabore en esta labor para liberar a los facultativos de cargas burocráticas.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Los integrantes de las mesas de negociación proponen que los médicos de cabecera puedan encargar pruebas diagnósticas que hasta ahora estaban reservadas sólo a los especialistas. La idea es que los facultativos de atención primaria estén autorizados para pedir ecografías o TACs y que únicamente los exámenes más complejos queden en manos de los servicios especializados.

Tanto los especialistas como los de cabecera deberían cumplimentar unas "guías clínicas y protocolos" para garantizar que las pruebas solicitadas tienen justificación científica. Estudios que maneja la Plataforma Diez Minutos afirman que entre un 30% y un 40% de los exámenes que se piden en los hospitales no tienen razón de ser. Los colectivos de médicos creen además que toda la "información relevante" sobre un paciente debe estar recogida en la intranet del Sergas, para mejorar la comunicación entre los profesionales que lo atienden y no duplicar pruebas.

CUPO DE PACIENTES

Sanidade y los médicos han fijado el número mínimo y máximo de usuarios que debe ser asignado a un médico de atención primaria en Galicia, una horquilla que debería oscilar entre los 1.200 y 1.500 pacientes. Actualmente hay áreas sanitarias en la comunidad en las que uno de estos facultativos pueden llegar a tener que atender a 2.000 personas, mientras que en otras zonas otro compañero puede tener un cupo de 400 vecinos. Para arreglar estas disparidades la Administración deberá redistribuir los recursos teniendo en cuenta las características de la población y del territorio de cada distrito.

Sobre la firma

Archivado En