La misma normativa que en Touriñán

La piscifactoría de Pescanova en Mira, en la costa portuguesa, cerca de Coimbra, ocupará unas 83 hectáreas, que la compañía comprará al mismo precio que pensaba hacerlo en Touriñán: a un euro el metro cuadrado.

En total, según fuentes de la multinacional pesquera, invertirá en el proyecto unos 140 millones de euros, de los que alrededor de 40 millones serán subvenciones aportadas por el Gobierno portugués del dinero precedente de los fondos de la Unión Europea. El complejo piscícola aportará en una primera fase una producción anual superior a las 7.000 toneladas, que subirá hasta las 10...

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La piscifactoría de Pescanova en Mira, en la costa portuguesa, cerca de Coimbra, ocupará unas 83 hectáreas, que la compañía comprará al mismo precio que pensaba hacerlo en Touriñán: a un euro el metro cuadrado.

En total, según fuentes de la multinacional pesquera, invertirá en el proyecto unos 140 millones de euros, de los que alrededor de 40 millones serán subvenciones aportadas por el Gobierno portugués del dinero precedente de los fondos de la Unión Europea. El complejo piscícola aportará en una primera fase una producción anual superior a las 7.000 toneladas, que subirá hasta las 10.000 toneladas cuando esté a pleno rendimiento, y generará no menos de 200 empleos directos.

La idoneidad de este emplazamiento, en el distrito de Coimbra, se deriva de sus condiciones climáticas (netamente atlánticas), orográficas (zona llana de dunas, a nivel de playa, que facilita el bombeo del agua marina a las instalaciones) y de la relación tradicional de sus gentes con el mar.

La normativa de respeto al medio ambiente que rige es la común para todos los países de la UE. "La respetaremos", dijo ayer Fernández de Sousa. "No es desconocido que la Unión Europea permite la acuicultura en el litoral de la Red Natura", a la que pertenece Mira, como Touriñán.

Las organizaciones ecologistas portuguesas han expresado sus reticencias con el proyecto, aunque se mantienen a la espera de los resultados del estudio de impacto ambiental, que el presidente de Pescanova dijo no temer. "Pero si no fueran positivos, y en Touriñán lo eran", precisó, "buscaríamos otra ubicación" donde la hubiera. En Pescanova no es que estén molestos con la Xunta, señaló en otro momento, "sino que queremos desarrollar nuestro plan de negocios".

"Mientras aquí en Portugal resolvemos, en Galicia seguimos esperando", dijo Fernández Sousa. Sin embargo, Pescanova mantendrá el próximo día 15 una nueva reunión con conselleiros de la Xunta para intentar solventar los últimos problemas a los proyectos de instalar sendas piscifactorías, en Ribadeo y Xove, emplazamientos que surgieron tras el no al macroproyecto proyectado junto al cabo de Touriñán.

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