"Tenemos base para señalar a los culpables de la matanza de Darfur"
En un lugar remoto de la provincia de Darfur, una de esas aldeas donde los niños no han visto nunca a un hombre blanco, un cooperante español del Programa Mundial de Alimentos, organismo dependiente de la ONU, observó hace un par de años el estado en que había quedado la casa de una anciana de ochenta años tras el paso de una banda de jinetes. Cuando el cooperante preguntó a la mujer quién le había quemado la casa, la anciana, totalmente desvinculada de los medios de comunicación, no dudó un segundo en señalar al culpable: "Omar Bashir".
Omar Bashir es el presidente del Gobierno de Sudá...
En un lugar remoto de la provincia de Darfur, una de esas aldeas donde los niños no han visto nunca a un hombre blanco, un cooperante español del Programa Mundial de Alimentos, organismo dependiente de la ONU, observó hace un par de años el estado en que había quedado la casa de una anciana de ochenta años tras el paso de una banda de jinetes. Cuando el cooperante preguntó a la mujer quién le había quemado la casa, la anciana, totalmente desvinculada de los medios de comunicación, no dudó un segundo en señalar al culpable: "Omar Bashir".
Omar Bashir es el presidente del Gobierno de Sudán desde que arrebató el poder al anterior mandatario en un golpe de Estado hace 17 años. Los yanyauid, los jinetes que a lomos de caballos y camellos, arrasaron las aldeas de Darfur y mataron a más de 200.000 personas entre 2003 y 2004, sólo sirvieron de peones en opinión de aquella anciana.
Un equipo de 25 investigadores ha entrevistado a 100 víctimas en 17 países
Cuando aún no se habían apagado los ecos de los cascos de los caballos árabes aterrorizando las aldeas africanas, el Consejo de Seguridad de la ONU encomendó a la Corte Internacional de La Haya investigar quiénes son los máximos responsables de aquella matanza. Luis Moreno-Ocampo (Buenos Aires, 1952) fiscal jefe de la Corte Penal Internacional de La Haya, al frente de un equipo de 25 personas, será quien presente en febrero las pruebas y los nombres de los principales responsables. Durante los últimos meses su equipo ha entrevistado a más de 100 víctimas en 17 países. Y a ninguna de ellas en Darfur.
"Darfur no lo hemos pisado por temor a las posibles represalias que nuestra mera presencia pueda acarrear en las víctimas. Hay que tener en cuenta que el conflicto allí no se ha extinguido del todo. Al contrario. Se ha extendido al Chad y a la República Centroafricana", explica el fiscal.
La guerra de Darfur estalló en febrero de 2003 con la toma del municipio de Golo por el Ejército de Liberación Sudanés (SLA, en sus siglas en inglés). Las tribus africanas de los fur, los masalit y los zagaua olvidaron los agravios históricos y se unieron contra el Gobierno de Jartum, la capital de Sudán. El Gobierno de Omar Bashir no pudo utilizar sólo su propio Ejército porque muchos de los soldados pertenecían a las tribus africanas. Así que echó mano de las tribus árabes de Darfur, excelentes jinetes a quienes los africanos apodaron yanyauid. Aún hoy hay dos millones de desplazados en Darfur que viven en campos de ayuda y no se atreven a regresar a sus pueblos por temor a los yanyauid.
La mayoría de las entrevistas realizadas por los investigadores de La Haya han durado un promedio de dos días y han sido grabadas en vídeos. Hubo violaciones y asesinatos en masa. Antes de las entrevistas los colaboradores del fiscal jefe de La Haya emplean los servicios de varios psicólogos. Y después, ofrecen protección a cada una de las víctimas. Una vez ya hecho la mayor parte del trabajo, sólo queda designar a los mayores responsables de la matanza.
"Tenemos una base razonable para pensar quiénes fueron los responsables de la matanza de Darfur", indica Moreno-Ocampo en entrevista telefónica desde La Haya. "Aún no puedo revelar ningún nombre. En febrero tenemos que ofrecer las conclusiones de nuestro trabajo ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Y entonces daremos toda la información necesaria".
En Darfur hay un nombre que levanta tanto temor y odio en una parte de la población como admiración en la otra: Musa Hilal. Para las víctimas era él, Musa Hilal, el que coordinó a los yanyauid. Pero Moreno-Ocampo sólo emite una sonrisa cuando oye su nombre. No quiere decir nada más.
¿Cuenta la Corte Internacional con la colaboración del Gobierno de Sudán para investigar los crímenes? "Hasta el momento, sí. El Gobierno de Sudán nos ha permitido viajar a Jartum en cinco ocasiones para interrogar incluso a militares y altos funcionarios del Gobierno. Y en enero haremos otro viaje, que será el último. Vamos a probar el sistema que produjo los crímenes".