Conflicto en el sector aéreo

La primera rebelión de damnificados en Barajas acaba en desalojo policial

Ochenta personas intentaron bloquear el acceso a una de las zonas de embarque del aeropuerto

De la frustración contenida a la indignación y la ira. Los ánimos se van caldeando día tras día en el aeropuerto de Barajas entre los damnificados por la suspensión de vuelos de la compañía Air Madrid. Unas 80 personas de varias nacionalidades intentaron ayer a mediodía cortar el acceso a una de las zonas de embarque. Al grito de "Queremos volar" o "Fomento irresponsable", subieron desde la planta baja -donde está la sala habilitada por AENA para dejar sus datos- a la zona de salidas del aeropuerto para exigir una solución. Fueron desalojados entre empujones. El Ministerio de Fomento asegura q...

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De la frustración contenida a la indignación y la ira. Los ánimos se van caldeando día tras día en el aeropuerto de Barajas entre los damnificados por la suspensión de vuelos de la compañía Air Madrid. Unas 80 personas de varias nacionalidades intentaron ayer a mediodía cortar el acceso a una de las zonas de embarque. Al grito de "Queremos volar" o "Fomento irresponsable", subieron desde la planta baja -donde está la sala habilitada por AENA para dejar sus datos- a la zona de salidas del aeropuerto para exigir una solución. Fueron desalojados entre empujones. El Ministerio de Fomento asegura que han reubicado ya a 4.000 personas y que no pueden atender a todos los afectados.

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La furia ayer no sólo se dirigía contra la compañía aérea, sino también contra el Ministerio de Fomento. "Yo no le he dado la licencia a Air Madrid", señalaba una mujer colombiana visiblemente enfadada. "El culpable es el Gobierno que se la ha concedido. Si en mayo ya sabían que la compañía no funcionaba ¿por qué les dejaron seguir vendiendo billetes?", se preguntaba. "¿Por qué han permitido que yo les pague 1.600 euros?".

Los manifestantes intentaron que nadie atravesara las puertas de embarque A y B de Barajas, pero llegaron policías antidisturbios para impedírselo. César Romero, un ecuatoriano de 62 años, se llevó un porrazo en la mandíbula. Se había acercado a la entrada aunque sin hacer gestos violentos. La actuación policial, con empujones incluidos, desató la ira de la concurrencia. Empezaron a gritar a la docena de agentes desplegados que tuvieran cuidado, que había niños pequeños entre los viajeros.

"Parece mentira que nos traten como a animales", decía la ecuatoriana Elena B. "Ustedes no saben lo que trabajamos para poder ir a casa en Navidad una vez cada siete años. Madrugamos y soportamos muchas veces humillaciones de nuestros jefes, sobre todo las que limpiamos casas. Y todo para que Air Madrid me robe el dinero, el Gobierno se lo permita y no pueda ver ahora a mis hijos". Los agentes los dispersaron. Todos querían volar. Incluso sabiendo que Fomento no se hace responsable de su vuelta y aunque muchos de ellos no saben de dónde van a sacar el dinero para pagar el regreso.

El Ministerio de Fomento ha fletado hasta el momento 12 vuelos especiales. En ellos y en plazas libres de la compañía Iberia han volado 4.000 personas, según datos del ministerio. Son el 20% de los que tenían plaza para viajar del 15 al 21 de diciembre. Otros 16.000 siguen esperando. El día 21 acaba la operación de emergencia que han puesto en marcha. "Entendemos que ese día ya habremos logrado que retornen las personas que se han quedado colgadas en un lugar en el que no viven", señala un portavoz ministerial. "Ellos son la prioridad. No hay que olvidar que el ministerio está actuando por razones humanitarias sin tener obligación de hacerlo. Para suplir la grave irresponsabilidad de Air Madrid. No podemos atender a todos los afectados". Mientras tanto, la mayoría de los que esperaban en el aeropuerto aseguraba que no se iban a mover de allí.

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