Hamás acusa a Fatah de intentar asesinar al primer ministro

No existen certezas en el desmadre en el que se ha convertido la franja de Gaza. Los asesinatos de milicianos y mandos policiales dependientes del Ministerio del Interior -dirigido por Hamás- o de los cuerpos de seguridad controlados por el presidente, Mahmud Abbas, no derivan en procesos judiciales. Los dirigentes políticos son conscientes de su impunidad. Pero tampoco ignoran que las cuentas pendientes se saldan en ocasiones con una crueldad sin parangón. El intento de asesinato del primer ministro, Ismail Haniya, la noche del jueves en Rafah, es uno de esos casos que prometen respuesta. Aun...

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No existen certezas en el desmadre en el que se ha convertido la franja de Gaza. Los asesinatos de milicianos y mandos policiales dependientes del Ministerio del Interior -dirigido por Hamás- o de los cuerpos de seguridad controlados por el presidente, Mahmud Abbas, no derivan en procesos judiciales. Los dirigentes políticos son conscientes de su impunidad. Pero tampoco ignoran que las cuentas pendientes se saldan en ocasiones con una crueldad sin parangón. El intento de asesinato del primer ministro, Ismail Haniya, la noche del jueves en Rafah, es uno de esos casos que prometen respuesta. Aunque se demore en el tiempo.

No es frecuente que se aireen los nombres y apellidos del supuesto responsable de un crimen. Ayer sucedió. "Sabemos quién ha disparado contra el convoy del jefe del Gobierno y mató a su escolta. Tarde o temprano nos cobraremos venganza. Mohamed Dahlan es el responsable de los asesinatos", afirmó Yamal Nasser, dirigente del movimiento islamista. Ismail Raduan, portavoz de Hamás, apuntó en la misma dirección: "Encabeza una revuelta para derrocar al Gobierno", afirmó en alusión a Dahlan, el hombre fuerte de las fuerzas de seguridad leales a Abbas en Gaza. Saeb Erekat, asesor del presidente, rechazó la acusación y advirtió de que responsabilizarán a Hamás si algo le sucede a Dahlan.

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Diez horas tuvo que esperar Haniya para cruzar la frontera, procedente de Egipto. No pudo hacerlo con los 35 millones de dólares (26,5 millones de euros) que portaba en efectivo, y nada más atravesar el puesto se desató un tiroteo que provocó la muerte de un guardaespaldas, que falleció encima de él. Fue un infierno del que tuvieron que ser evacuados los observadores de la UE que supervisan las instalaciones, mientras cientos de personas aguardaban para cruzar la frontera, abierta por primera vez después de varias semanas. Decenas de personas tuvieron que tirarse al suelo mientras las balas llovían sobre los vehículos que trasladaban a Haniya y a su séquito. Abdelsalam, uno de los 13 hijos del jefe del Gobierno, fue herido de bala en la mandíbula. Y su principal consejero político, Ahmed Yussef, recibió un disparó en el hombro.

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