Reportaje:

Plantear leyes desde el sofá

El Parlamento desarrolla un sistema informático que permitirá a los ciudadanos participar en el proceso legislativo

El Parlamento vasco pretende que los ciudadanos puedan ver a través de sus paredes. La Presidencia de la Cámara, que encabeza Izaskun Bilbao, se encuentra a punto de implantar un nuevo sistema informático para que los ciudadanos puedan participar en la actividad legislativa como una forma de acercarles más a la institución. Es un objetivo histórico que choca habitualmente con la dificultad que los procedimientos normativos suponen para la mayoría de las personas y lo reglado de los debates.

El último avance hacia ese concepto de participación y transparencia total, que casi va a ...

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El Parlamento vasco pretende que los ciudadanos puedan ver a través de sus paredes. La Presidencia de la Cámara, que encabeza Izaskun Bilbao, se encuentra a punto de implantar un nuevo sistema informático para que los ciudadanos puedan participar en la actividad legislativa como una forma de acercarles más a la institución. Es un objetivo histórico que choca habitualmente con la dificultad que los procedimientos normativos suponen para la mayoría de las personas y lo reglado de los debates.

El último avance hacia ese concepto de participación y transparencia total, que casi va a permitir a quienes lo deseen proponer enmiendas desde su casa, es el sistema que el Parlamento presentará antes de finales de año con el nombre de Parte Hartu (Toma Parte), accesible desde la web de la Cámara (www.parlamento.euskadi.net).

La página 'web' de la Cámara registra cerca de un millón de accesos al mes

Si durante el vigésimo aniversario de la institución, en 2000, se puso en marcha la reflexión que dio lugar al sistema de información Zabalik (Abierto), que informa a cualquier interesado sobre toda la actividad de la Cámara y la tramitación de todos los asuntos, Parte Hartu se abrirá ahora a las aportaciones de los ciudadanos. También va a vincular la respuesta de los grupos parlamentarios y la posible inclusión o no de esas contribuciones en el proceso legislativo.

La virtualidad de Parte Hartu es que ahonda en el concepto de e-Democracia, haciendo aún más pública la manera de legislar. Hasta ahora, los ciudadanos podían enviar sus aportaciones por correo electrónico a los grupos políticos, pero la respuesta, si existía, era personal. Ahora, esas aportaciones quedarán registradas en el sistema, con la identidad de quien las hace -no pueden ser anónimas- y serán visibles para cualquiera que las consulte. Y va a figurar, también de forma pública, la respuesta que se dé desde la institución. Si algún grupo la hace suya, podría plantearse como enmienda en un determinado asunto. Es lo que fuentes parlamentarias definen de manera gráfica como el "cubo de cristal", una metáfora que presenta al Legislativo como una casa sin secretos para quienes quieran echar un vistazo a su interior.

Cuatro años largos después de la apertura de Zabalik, los datos de uso no son espectaculares, pero sí esperanzadores. El sistema cuenta con unos 1.500 usuarios apuntados y la página web registra cerca de un millón de accesos cada mes, procedentes de unos 30.000 usuarios.

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El sistema de participación y consulta Zabalik permite a cada ciudadano que se registre en el programa conocer las iniciativas que le interesan y acceder a los documentos originales con toda su historia legislativa, plazos, procedimientos y estado actual. Además, permite hacer sugerencias a los grupos a través del correo electrónico, tener acceso a la agenda semanal de actividades de la Cámara y seguir en directo o diferido los debates y las comparecencias en comisión y pleno en directo, en audio y en vídeo.

Sin embargo, la mayoría de los usuarios de este sistema siguen siendo asociaciones, corporaciones civiles y medios de comunicación. Esos tres grupos se reparten a partes iguales el 60% de los usuarios de Zabalik. Otro 15% son instituciones públicas estatales y europeas; el 8%, altos cargos del Gobierno vasco y sólo el 13% son ciudadanos sin una adscripción asociativa determinada.

A la vista de esos datos, el Parlamento va a fletar un autobús que recorrerá Euskadi de punta a punta mostrando las peculiaridades de una casa en la que se toman decisiones que "afectan a todos, y que, por lo tanto, deberían de preocupar a todos incluso durante el periodo de su gestación", insisten fuentes de la Cámara.

Ese autobús divulgará a partir del próximo día 18 y hasta diciembre de 2007, en núcleos rurales y urbanos, los secretos de la institución y las formas de participar en los debates. Dispondrá de conexiones a través de Internet y atenderá a tres tipo de público: el general, el perteneciente a asociaciones interesadas en la legislación y el especializado, como juristas, sindicalistas o historiadores que necesitan conocer los entresijos de los buscadores históricos o la base de datos de la Cámara. El coste de esta iniciativa de oficina parlamentaria móvil asciende a 400.000 euros.

El Parlamento no se encuentra solo en este asunto. La iniciativa descansa sobre un modelo teórico que ha sido definido en el marco de un grupo de trabajo en el que participan 12 legislativos regionales de seis estados de la Unión Europea, cámaras que legislan en conjunto para cerca de unos 200 millones de personas.

El Parlamento vasco ha abandonado además la servidumbre del sistema operativo Windows. La mayoría de sus aparatos corren ya bajo sistemas operativos de uso público como el Linux. Dicen quienes lo usan a diario que va bien, pero creen que las retransmisiones podrían mejorarse, grabando por puntos los debates.

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