Zapatero expresa su apoyo al ingreso de Turquía en la UE

El ingreso de Turquía en la UE es para el presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, un objetivo político insoslayable que no puede estar condicionado por los "avatares" o "dificultades" de la negociación. En consecuencia, Zapatero lo apoyó ayer "con firmeza" y con la determinación de que se cumpla "muy pronto". "Turquía tiene un papel internacional muy importante, y España cree que debe tenerlo también en el seno de la UE", dijo el presidente ante el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para explicar su entusiasmo.

Rodríguez Zapatero evitó valorar ante la pr...

El ingreso de Turquía en la UE es para el presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, un objetivo político insoslayable que no puede estar condicionado por los "avatares" o "dificultades" de la negociación. En consecuencia, Zapatero lo apoyó ayer "con firmeza" y con la determinación de que se cumpla "muy pronto". "Turquía tiene un papel internacional muy importante, y España cree que debe tenerlo también en el seno de la UE", dijo el presidente ante el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para explicar su entusiasmo.

Rodríguez Zapatero evitó valorar ante la prensa el informe hecho público la semana pasada por la Comisión Europea, que ha llevado la negociación con Turquía a un punto crítico debido a los incumplimientos del candidato a la adhesión en materia de libertades y derechos humanos, así como a su resistencia a aplicar las disposiciones del llamado Protocolo de Ankara, que le obligan a recibir en sus puertos a los barcos de Chipre. El presidente del Gobierno no respondió a las preguntas que se le plantearon sobre este asunto. Tampoco precisó si le había dado algún consejo a su anfitrión sobre cómo superar las dificultades.

La crisis en las conversaciones de Erdogan con la UE pone, sin embargo, en entredicho la viabilidad de la Alianza de Civilizaciones que Zapatero ha venido a promocionar en Estambul, ya que la integración europea del coloso turco sería la mejor muestra de que Occidente y Oriente pueden cooperar plenamente.

El acto de hoy, en el que el Grupo de Alto Nivel formado por la ONU entregará al secretario general, Kofi Annan, su plan para desarrollar la iniciativa copatrocinada por el presidente español y el primer ministro turco, antecederá en menos de dos semanas a la visita a Turquía del papa Benedicto XVI, que no será recibido por Erdogan. El motivo es el reciente discurso del pontífice en la universidad alemana de Ratisbona, que sublevó los ánimos de islamistas ofendidos. Ahí se dividieron las opiniones de Zapatero y Erdogan. El primero defendió al Papa. El segundo le criticó sin miramientos.

Escenario histórico del choque entre cristianos y musulmanes, Turquía jugó en el siglo pasado el importantísimo papel internacional al que ayer se refirió Zapatero, como muro de contención del extremismo islamista y del expansionismo soviético. Y lo hizo desde el laicismo impuesto por Mustafá Kemal, Atatürk. Hoy sufre un creciente asalto integrista al Estado, incluso bajo el mandato de Erdogan, que es un islamista moderado.

En países como Francia, voces de izquierda y de derecha se oponen abiertamente al ingreso de Turquía en Europa, y se anuncia que el Consejo Europeo de diciembre puede marcar un hito negativo en ese proceso, coincidiendo con el vencimiento del plazo que Bruselas ha dado a Ankara para que abra sus puertos a los buques de Chipre.

Zapatero aseguró ayer que la Alianza de Civilizaciones es una gran "inversión en paz, en cooperación, en entendimiento entre los pueblos", cuya importancia excede con mucho de las dificultades que se planteen en la negociación de la UE con Turquía, como se plantearon en las ampliaciones anteriores. Y afirmó que aportará todo su esfuerzo para que dicha negociación no se vea frenada el mes próximo. Recordó que Europa ha dado lo mejor de sí misma cuando ha mirado "al futuro con confianza y no con temor", y concluyó: "Todos sabemos que, si hay voluntad política, al final se logrará la integración. España va a trabajar para que la UE esté con las puertas abiertas". Erdogan agradeció este apoyo, que también con el Gobierno de José María Aznar fue decidido, y pidió que no se politicen las cosas. "Lo que pedimos para abrir nuestros puertos a los barcos chipriotas no es mucho, que se ponga punto final al aislamiento de la parte turca de la isla", dijo.

Erdogan y Zapatero, que se declararon mutuamente "aliados preciosos", se detuvieron igualmente en el análisis de la situación en Irak y Oriente Próximo. Con respecto al primero de estos temas, el presidente español recordó que él y su anfitrión piensan desde "hace mucho que las cosas en Irak no se iban a desarrollar bien". "Hoy" añadió, "lo piensa prácticamente todo el mundo. Hay alguna excepción, pero minoritaria". Luego, deseó que el debate abierto en EE UU tras las elecciones legislativas "vaya rápido y aboque cuanto antes en una nueva estrategia".

En el caso de Oriente Próximo, los dos dirigentes coincidieron en que no se puede admitir, según expresión de Erdogan, "que sigan estos bombardeos sobre ancianos y niños".

Zapatero puso énfasis en anunciar una iniciativa española. "La situación exige una respuesta inmediata, porque no se puede estar más tiempo en silencio y sin actuar. Queremos actuar y vamos a actuar en el plazo más breve posible. Estamos decididos a lanzar una iniciativa desde la UE, con la UE, para que la situación cambie", dijo.

Aunque se le preguntó, el presidente no precisó más la eventual iniciativa. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha dicho recientemente, incluso ante las Cortes, que la Hoja de Ruta está obsoleta y que es preciso ir a una conferencia internacional cuanto antes.